1. COMUNICACIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO

Radioclip en texto sin audio grabado.

Las mujeres vivimos en una sociedad desigual respecto a los varones. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Qué es el género? ¿Cómo se ejercen las violencias contra las mujeres? Responder a estas preguntas es fundamental para el trabajo como comunicadoras amazónicas, pues en nuestros pueblos no estamos libres de este modelo de sociedad que ve como normales las violencias contra las mujeres y otras identidades sexo-genéricas. Y hasta la destrucción de nuestra Madre Tierra.

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GÉNERO

Se llama género a las características que la sociedad nos señala en razón de los genitales con que nacemos (sexo). Así, somos hembras si nacemos con clítoris y vagina. Y somos machos si tenemos pene y testículos. Es decir, nos dividen en dos partes bien diferenciadas: género femenino y género masculino.

Luego, a partir de esa división binaria (hembra-macho) nos dicen cómo debemos comportarnos (roles), dónde es nuestro lugar (espacio público o privado), quiénes somos (identidad) y cómo debemos relacionarnos (sexualidad).

Desde que nuestra madre está en la panza empiezan las curiosas y los sabios: que si tiene punta o es redonda, que si fue concebida en luna llena o nueva, que si… Y cuando nace, una gallina para la fiesta de la niña y un chanchito si es varón. La ropita rosa o celeste para la wawa. Las costumbres son muchas y variadas, pero todas te marcan el camino de la vida: si eres niño, tendrás una serie de posibilidades y obligaciones. Si eres mujer, otras diferentes. Y hasta ahí no habría problema. El asunto empieza cuando a la niña se le prohíbe hacer algunas cosas y al niño se le permite. Cuando la jovencita tiene que aprender las tareas domésticas y servir, mientras al joven se le anima a salir y a ser servido.

Todavía en algunas comunidades de la Amazonía ecuatoriana hay hombres que desean que su primer hijo sea varón, como para confirmar su hombría. Las niñas no son bienvenidas. Ellos dicen que sólo vendrán a dar problemas a la familia. Culpan a las mujeres por haber dado a luz niñas y hasta las maltratan por esta razón. Ellos no saben que el sexo de los hijos e hijas depende de los varones.

Cuando son más grandes, las hijas ni siquiera tienen la libertad de enamorarse, el padre escoge al hombre con el que las chicas deben casarse. Si no acceden corren el riesgo de ser castigadas y rechazadas dentro de la familia. Muchos padres dan toda la responsabilidad a la madre de educar a sus hijas. Si la niña comete algún error, ambas, madre e hija, serán culpables y violentadas.

Los roles para las mujeres están bien definidos en las comunidades indígenas, por ejemplo, ellas hacen el trabajo de la cerámica, la elaboración de la chicha, la siembra de los productos de la chacra. Hay algunos pueblos donde los hombres también realizan estos trabajos, pero son pocos, no más de 2 de cada 10 varones, aproximadamente. A las mujeres les toca trabajar en exceso y los hombres se portan siempre como el patrón que manda a sus peones.

Los hombres también tienen sus roles determinados, La cacería con cerbatana es para ellos, no para las mujeres. A las niñas les dicen que no pueden ni tocarlas porque la energía se daña y no habría buena cacería. Por otro lado, si los niños quieren ayudar a sus madres en ciertas tareas de la casa les dicen que van a cambiar de sexo si lo hacen. Y si esto sucediera ya no serán parte de la familia y se convertirán en una vergüenza para el pueblo. Todas estas creencias se hacen a nombre de la cultura y de la espiritualidad ancestral que las mujeres no pueden romper por respeto.

Es así como nos “construyen” a partir del nacimiento y ahí se establecen nuestras identidades, preferencias, obligaciones. Como es una construcción social, pueden haber diferencias en los modelos de mujeres y varones según la época, el lugar, la cultura, pero por lo general nos dicen:

Por ser mujer tienes que ser tierna, cuidadosa, hacendosa, bonita, cariñosa, mamá, y todo lo que nos dicen que debe ser una mujer. Cuidado con ser carishina, gustarte el fútbol o no querer hijos, o salir de la comunidad, o estudiar algo raro como mecánica. Quedas fuera del modelo, por tanto, serás señalada como “mala mujer”.

En la leyenda de la Manga Allpa Mama había una mujer que no podía hacer vasijas ni mukawas. Pero otras mujeres sí sabían, incluyendo a la suegra. Nunca fueron solidarias con ella para enseñarla, la criticaban todo el tiempo.

Y si eres varón tienes que ser fuerte, valiente, decidido, libre, trabajador, constructor. Puedes hacer lo que quieras en la vida. Ojo si no eres así, si no cumples con el modelo masculino, pueden considerarte “afeminado”.

Imagen de: https://aminoapps.com/

Las feministas nos enseñan que cuando se implantó el patriarcado, hace unos 10 mil años, fueron los varones quienes definieron las reglas de funcionamiento de la sociedad según su conveniencia, y las normas de conducta que ellos consideraban como adecuadas para cada sexo.

Por ejemplo, el dominio del varón sobre las mujeres se basa en el control de la sexualidad de las mismas. Ellas, las productoras de la vida, las que aseguran la continuación de la especie humana, fueron sometidas a partir de su capacidad biológica de tener hijos.

A esta forma de clasificar, que se llama binaria, porque va de dos en dos: hombre-mujer, macho-hembra, femenino-masculino, se le han olvidado tres cosas sumamente importantes:

La Intersexualidad

No nos han dicho que los seres humanos podemos nacer con genitales masculinos, femeninos o de ambas clases. Es decir, que algunas personas con formas de cuerpo femeninas pueden tener vagina y un pene pequeño. Otras con apariencia masculina, pueden tener también ovarios. En algunos países, como Alemania, Bután y Australia, a las personas que nacen así se les llama intersexuales y son reconocidos legalmente como el tercer sexo.

La Diversidad sexual

Resulta que no somos solo hombres y mujeres heterosexuales en el mundo. Hay personas que son diferentes, diversas.

Cuando una persona se siente atraída por otra, es su orientación sexual la que define que sea heterosexual, homosexual o bisexual. Cuando una persona siente que nació con el sexo biológico equivocado, es su identidad de género la que define que sea transgénero.

Entonces, existen personas homosexuales (gays y lesbianas), personas trans (transexuales y transgéneros), personas queer (que no se definen para ningún género), bisexuales, pansexuales y otras formas varias formas de expresión de la sexualidad. Son llamadas comunidad o población LGTBIQ.

En estos nuevos tiempos el mundo ha ido cambiado y los pueblos amazónicos no son la excepción. Siempre ha existido la homosexualidad masculina y el lesbianismo, pero no había el valor de reconocerse como tal por miedo al rechazo de la familia y del pueblo. Hoy es diferente, las personas ya deciden vivir libremente su orientación sexual y enfrentar la discriminación en todos los sentidos.

La Desigualdad

Las estudiosas feministas también nos hicieron dar cuenta que en esta división binaria se juega algo fundamental: la desigualdad entre los hombres y las mujeres. Para la sociedad androcéntrica y patriarcal, ellos son el centro de todo, sus asuntos tienen mayor valor y son los autorizados a representar a la familia en los espacios públicos. La mujer, por el contrario, tiene que estar en casa a cargo de los hijos y al servicio de su esposo. Y todo lo que son y hacen las mujeres es secundario y de menor valor.

Hay desigualdad cuando las mujeres ganan hasta un 30% menos de lo que ganan los varones por el mismo trabajo. Cuando la mayoría de la gente pobre son mujeres, sobre todo en el campo, aún cuando son ellas las mayores productoras de los alimentos. Cuando la mayoría de personas analfabetas son mujeres. Cuando la mayor parte de la propiedad de la tierra está en manos masculinas. Cuando las mujeres realizan el 70 % del trabajo del cuidado de la casa y la familia. Las mujeres son las mayores víctimas de la violencia. En América Latina, al menos 6 de cada diez mujeres sufre violencia a manos de sus parejas.


En tu comunidad, ¿Cuánta mujeres son dirigentas de las organizaciones mixtas? ¿Podrías decir que en igual número que los dirigentes varones?

 

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