2- ¿A QUÉ VIENE JESUCRISTO?

RAQUEL ¡Amigas y amigos, son los micrófonos de Emisoras Latinas, instalados al sur de la explanada de las mezquitas, aquí en Jerusalén!… Y nos acompaña nada más y nada menos que Jesucristo, sí, Jesucristo, el mismísimo Jesucristo, que ha tenido la gentileza de concedernos unas primeras declaraciones enexclusiva. Bienvenido a nuestro mundo y a nuestra emisora, señor Jesucristo…

JESÚS Gracias, Raquel.

RAQUEL Maestro, disculpe la emoción que me embarga… Sé que soy la primera periodista que lo entrevista y como usted comprenderá…

JESÚS Tranquila, pregunta lo que quieras… Yo también estoy un poco nervioso… En mi tiempo no existían estos aparatos…

RAQUEL Bueno, entonces… Comencemos. Acérquese al micrófono, Maestro… La primera pregunta resulta obvia: ¿es ésta su segunda venida tan esperada por millones de creyentes en todo el mundo?

JESÚS Sí, claro.

RAQUEL Pero usted había anunciado terremotos y cataclismos para cuando volviera. ¿Qué pasó?

JESÚS Más bien, yo había dicho que vendría en silencio, sin ruido. Como una brisa suave.

RAQUEL ¿Y los ángeles y las trompetas y usted bajando glorioso sobre las nubes del cielo?

JÉSUS ¿Y de dónde sacas tú eso?

RAQUEL ¡De su biografía, de los evangelios!… A no ser que los evangelistas practicaran ya el sensacionalismo periodístico. ¿Qué opina?

JESÚS No sé de qué me hablas…

RAQUEL En todo caso, las profecías se están cumpliendo. Mire lo que está ocurriendo en el mundo: huracanes, terremotos, sequías, guerras…

JESÚS ¿Tantas calamidades?

RAQUEL Todos los días. Tal vez le toque presenciar alguna. Hace poco, en Asia, un tsunami acabó con medio mundo. Y en California viven esperando el Big One… ¿Qué me dice? ¿Estos desastres son avisos, advertencias que nos manda Dios?

JESÚS No lo creo, porque un padre no avisa enviando escorpiones a sus hijos.

RAQUEL Tal vez no lo entiendo bien, pero, dígame, ¿están o no relacionados estos desastres con este inesperado regreso suyo?

JESÚS No, Raquel, yo no he venido a causar ningún desastre.

RAQUEL Entonces, ¿a qué ha venido usted, Maestro?

JESÚS ¿Por qué siempre me llamas “maestro”? Sólo hay un Maestro, el del cielo.

RAQUEL ¿Y… cómo debería llamarle? ¿Jesucristo?

JESÚS Llámame Jesús, ése es mi nombre.

RAQUEL Bueno, pues… Jesús… señor Jesús, volvamos al motivo de su visita. ¿Usted ha venido a realizar el Juicio Final?

JESÚS No. Eso es asunto de Dios. Sólo Él sabe el día y la hora.

RAQUEL ¿Y entonces?

JESÚS Después de tanto tiempo ausente, quiero saber cómo van las cosas en este mundo y, sobre todo, entre quienes dicen ser mis seguidores. Como aquel patrón que repartió talentos entre sus trabajadores, se fue a un largo viaje… Y después, regresó.

RAQUEL ¿Se quedará un tiempo entre nosotros?

JESÚS No sé, tengo curiosidad por ver qué han hecho en mi ausencia y en mi nombre. Pero ahora ya debo irme.

RAQUEL ¿Cómo que irse? Si yo tengo cien preguntas que hacerle y apenas he hecho una…

JESÚS Pues guarda las 99 para otro momento. Que ya cae la tarde y los campesinos nos acostamos temprano. ¡Shalom, hermana! ¡Paz contigo!

RAQUEL Hasta la próxima… Ha sido nuestra primera entrevista exclusiva con Jesucristo en su tierra natal y en ésta su segunda venida… ¡Increíble, increíble pero cierto!… Para Emisoras Latinas, Raquel Pérez, Jerusalén.

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Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.

NOTAS

Regresa “el patrón”

La parábola del patrón que se va de viaje y reparte talentos a sus capataces para que negocien con ellos (Mateo 25,14-30 y Lucas 19,11-27) la contó Jesús, entre otras cosas, para sacudir la conciencia de los dirigentes religiosos de su tiempo a quienes Dios pediría cuentas de lo que habían hecho y de lo que habían dejado de hacer por su pueblo. Las primeras comunidades cristianas hicieron de esta parábola un llamado a la responsabilidad. Ahora, Jesús en su “segunda venida” es el patrón que regresa a ver qué se ha hecho “en su nombre y en su ausencia”.

Los catastrofismos bíblicos

La “segunda venida” de Jesucristo está asociada en la imaginación popular y en la predicación de muchos pastores y clérigos a catástrofes y cataclismos, en  base a una interpretación literal de los textos apocalípticos o escatológicos de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Daniel 12,1-13; Joel 2, 1-11; Amós, 5,14-20; Apocalipsis 19,11-21).

En los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas aparecen discursos de Jesús acerca de la catástrofe que se avecina sobre el mundo. Tradicionalmente, han sido leídos como una descripción detallada de todo lo que sucederá el último día y se usan para sembrar el terror en personas ingenuas o para hacer interpretaciones anticientíficas del origen de los desastres ecológicos que actualmente ocurren en el mundo.

Los desastres naturales son “sociales”

Los desastres “naturales” —ante los que muchos reaccionan con impotencia, como nuestros antepasados reaccionaban ante epidemias como la peste— debemos entenderlos desde una perspectiva más integral, como desastres “sociales”. Asumiendo este enfoque, una importante corriente de científicos ha elaborado esta ecuación: R=AxV, que significa Riesgo = Amenazas por Vulnerabilidades. El riesgo de que ocurra —en el hogar, en la comunidad, en el país o en el planeta— una catástrofe o un desastre es el resultado de las amenazas que existen multiplicadas por las vulnerabilidades que frente a ellas tenemos.

El desastre de la resignación

Entre las vulnerabilidades humanas (económicas, sociales, técnicas, culturales, educativas, institucionales), los científicos identifican también la vulnerabilidad ideológica: la resignación ante el desastre. La resignación del pensamiento y de la acción, considerando que el terremoto o el huracán o la sequía o la inundación son “una prueba de Dios”, “un castigo de Dios”, “una señal de Dios”, nos hace especialmente vulnerables.