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AISHA

Radioclip en texto sin audio grabado.

Muchas niñas afganas seguirán el mismo triste destino y durante muchos años.

El 4 de junio es el Día Internacional de los Niños y las Niñas Víctimas de la Agresión. Les compartimos una noticia espeluznante, una niña de 8 años asesinada en su noche de bodas. No aceptamos ninguna razón religiosa ni cultural que justifiquen atrocidades como ésta. Estamos ante un delito gavísimo de pedofilia que merecería cadena perpetua.

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Aisha fue vendida a buen precio por su familia a Muhammad, un influyente clérigo de una zona rural de Afganistán, de 50 años, casado y con varios hijos.

Muhammad llevó a Aisha al lecho nupcial al anochecer. En la habitación contigua permanecieron los invitados, incluidos los padres de la novia de 8 años, celebrando el enlace. El novio, considerando a la niña apta para el consumo pese a la endeblez de su cuerpo infantil, quiso introducirle el pene, pero después de varios intentos infructuosos decidió agrandar la pequeña vagina con su cuchillo, al tiempo que llenaba la boca de su víctima con trapos, para evitar que los gritos pudiesen ser escuchados. Finalmente, en una cama encharcada en sangre, consiguió el mulá el deseado coito, aunque a las pocas horas moría desangrada “la novia”, cuando ya rayaba el alba.

Al poco tiempo Aisha fue enterrada. Nadie hizo preguntas. Ninguno de los familiares se sorprendió al ver las cuchilladas en el sexo de la diminuta “novia”. Muhammad, el marido y clérigo, sólo acertó a decir que la niña quedó con los ojos abiertos y muy pálida en el lecho… que chorreaba sangre.

La niña afgana, un mero objeto de compra-venta para fines sexuales, ha sido otra víctima de la perversa tradición, pero otras muchas Aishas seguirán el mismo triste destino, y durante muchos años.

BIBLIOGRAFÍA

  • Una niña de 8 años asesinada en su noche de bodas.
  • Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay