AFINANDO EL OÍDO (3)

Radioclip en texto sin audio grabado.

Trucos útiles para ecualizar en la grabación y edición de audio.

Terminamos esta serie de radioclips dedicados a la ecualización, viendo el uso de ecualizadores en las grabaciones y ediciones de audio.

Lo primero es aclarar que la ecualización es un proceso subjetivo. Cada oído tiene características propias y escucha de manera diferente. Por eso, lo que para una suena agudo, para otro puede estar sonando muy grave.

Además de lo subjetivo, hay que tener en cuenta que cada voz es también diferente a las demás.

Incluso, no podemos fijar una sola ecualización permanente para el mismo locutor o locutora, porque un día puede llegar con la voz agripada o más nasal que de costumbre y tendremos que ajustar de nuevo el ecualizador.

Por todo esto, es difícil llegar a un estándar para la ecualización y, básicamente, nos tendremos que fiar del “buen oído del técnico o la técnica”.

ECUALIZAR VOCES

Hombres

Partimos de que las voces masculinas son graves. El proceso de ecualizar correctivamente es restar las frecuencias que tenemos en exceso.

En este caso, en la grabación, si el locutor tiene un vozarrón, le bajaremos los graves hasta que escuchemos una voz con cuerpo, pero que no retumbe.

En la edición posterior podemos cortar con un filtro todas las frecuencias por debajo de los 65-80 Hz, que son prácticamente inaudibles, pero añaden “una bola de graves” que hacen muy oscuro el sonido.
Podemos también aumentar algo de agudos para darle más brillo a la voz masculina.

Si hay excesiva nasalidad, trabajaremos restando frecuencias entre los 500 y 1000 Hz, que es el rango donde se sitúan las voces agripadas.

Mujeres

Las voces femeninas tienden a ser agudas. Por eso, a la hora de grabar podemos restar un poco estas frecuencias.

Si la locutora “sesea” demasiado, es decir que pronuncia las “s” excesivamente, podemos colocar el micrófono un poco ladeado, en vez de que hable de frente.

Y si aún así no logramos eliminarlas, nos tocará usar un “de-esser”. Es una herramienta que traen los editores de audio con las que logramos eliminar esos molestos silbidos.

Pero no apliques el “de-esser” a toda la locución. Selecciona solamente las “s” silbantes y, sobre esa sección, empleas el efecto.

Grupos

En las escenas, todavía más si se graban con micrófono de condensador, dejamos “flat”, es decir, plana la ecualización, ni restamos, ni sumamos.

De esta forma, logramos un mayor realismo al tener todo el espectro de frecuencias representado.

ECUALIZAR INSTRUMENTOS

Es una operación mucho más precisa y compleja que ecualizar las voces.

Además, para los instrumentos, hay que estar atentos a una propiedad que tiene el sonido llamada “enmascaramiento”.

Se ha descubierto que unos sonidos se pueden enmascarar o esconder detrás de otros sonidos que tengan diferentes frecuencias. Este principio es usado, por ejemplo, para comprimir un audio de wav a mp3.

Para acertar con la atenuación y las ganancias de los instrumentos debemos conocer la frecuencia de cada uno de ellos.

Aquí tienes las frecuencias de los instrumentos más comunes.

Con estos datos será más fácil saber qué frecuencias restar y cuáles acentuar. Pero si quieres acertar plenamente, ten siempre a mano esta útil tabla de consejos que sacamos de elefantrico.com

Y ahora, afina tu oído y… ¡a ecualizar se ha dicho!

Revisa el resto de la serie
AFINANDO EL OÍDO 1 * AFINANDO EL OÍDO 2 * AFINANDO EL OÍDO 3

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