CALOR Y COLOR EN LOS LIBRETOS

Radioclip en texto sin audio grabado.

Anímate a adaptar pequeños textos para dinamizar tus radiorevistas, tus programas de radio. ¿No sabes hacerlo? ¡Es tan fácil! Lee este texto… ¡y manos a la dramatización!

Algunos manuales de radio —tan aburridos como sus autores— hablan solamente de formatos musicales e informativos. Y no dicen una palabra de los dramáticos, con los que se inició la radiodifusión y que son, de lejos, los más atractivos para la audiencia.

Cuando hablamos de “dramatizar” un programa, hay quien piensa que son recursos infantiles. (¿Y no llevamos todos dentro un niño o una niña que se deja seducir por las narraciones y los cuentos?). Otros consideran que “dramatizar” un texto es un asunto complejo, que requiere un elenco de actores, mucho tiempo de producción y bastante dinero.

Pero las cosas no son tan complicadas. Aquí van unas pautas para aprender a “dramatizar”.

Supongamos que tienes un texto. Puede ser un cuento o una noticia o un relato de cualquier cosa. Lo importante es que sea corto y que tenga acción. (Procura que no sea un documento de comunicología porque, en ese caso, ni santo Toribio lo podría dramatizar).

¿Por dónde comenzamos? Hay muchas maneras de “adaptar” un texto para radio. Podríamos hacer una adaptación completa, retrabajando el texto, inventando personajes, escenas, diálogos. Es decir, hacer un radioteatro.

Pero, de momento, no nos compliquemos tanto la vida. Sigamos estos pasos sencillos:

MÚSICA

Con música instrumental le damos “calor” a un texto. Busquemos un fondo adecuado al sentimiento general del relato. Este fondo lo pones en segundo plano. Si quieres separar una escena de otra, subes el fondo y luego lo bajas otra vez. Si el texto es triste, pon música triste. Si es alegre, música alegre. Y así, según las emociones que quieras despertar en la audiencia.

EFECTOS

Los efectos de sonido son los que dan “color” al relato. Un ruido de tormenta, un ambiente de campo o de ciudad, crean un escenario sonoro en la imaginación de quienes escuchan. No abuses de los efectos. Busca los dos o tres que mejor se acomoden a la historia. Y recuerda que el efecto debe sonar antes de la palabra que lo refiere.

DIÁLOGOS

Podemos intercalar pequeñas escenitas en el relato. No se trata de largos diálogos, sino de un par de frases puestas en boca de los personajes que van apareciendo en el texto. Estas frases breves dan mucho realismo y rompen la monotonía de la narración.

NARRACIÓN

El relato se puede desarrollar con una sola voz. Pero también podemos hacerlo a dos voces (un locutor y una locutora).

Y eso es todo. Experimenta estos recursos sencillos y verás cómo toman otro calor y color tus libretos. La audiencia disfrutará escuchándolos. Y tú, produciéndolos.

BIBLIOGRAFÍA