CAPÍTULO 4 – ENTRE YUCAS Y LLAPINGACHOS

Las cosas de la vida, vinieron a comer fritada en el mercado central y salieron con un trabajito para Ángela, la colombiana…

Revisar la radionovela completa El mercado central parecía un arco iris. Aguacates verdes, papayas naranja, mangos de oro, tomates más rojos que la sangre, cebollas paiteñas bien moraditas, frutas, verduras, carnes, granos… Un derroche de colores y sabores.

MUJER ¡Venga, caserito, venga y hágame el gasto! (BULLA MERCADO)

NARRADOR Don Rigoberto, Luz Marina y Ángela llegaron bien temprano y con ganas de desayunar…

ÁNGELA ¡Me regala una fritada con yuca, por favor!

LUZ MARINA Pues yo también estoy antojada de una fritadita…

RIGO Sí, pero todo a su tiempo. Antes, vamos a saludar a doña Engracia y su hijo Galo…

ÁNGELA No, no, no, su mercé. Lo primero es lo primero. Porque barriga llena, corazón contento. ¿No le parece, Luz Marina?

LUZ MARINA Póngale sello, mija. ¿Dónde está la fritada?… Kiubo, pues, ¡nos la llevamos
puesta!

NARRADOR Y así fue como los tres se instalaron en una mesita muy limpia en uno de los muchos puestos de comida del mercado.

MESERO ¿Qué se van a servir los señores?

ÁNGELA A mí regáleme ¡una fritada con yuca!

MESERO ¿Yuca? Pero la fritada no sale con yuca.

ÁNGELA ¿Cómo que no sale con yuca?

MESERO La fritada es con llapingachos, señorita.

ÁNGELA Sabrá mandraque qué serán esos animalitos… Pero yo quiero mi fritada con
yuca.

RIGO Ella es colombiana, amigo, disculpe… Llapingachos, Angelita, son… ¿como te diré?… una tortilla de papas con queso… ¡riquísimas!

ÁNGELA Pero es que yo quiero con yuca, don Rigo… ¡me muero por un pedazo de
yuca!

MESERO Nuay, pues, señorita. No tengo yuca sino llapingachos.

ÁNGELA Está bien… pues, entonces… sírvame un patacón pisao… Plátano sí tendrá… ¿o tampoco?

MESERO Señorita, pero es que el patacón no se prepara en el desayuno. Eso se come en el almuerzo.

LUZ MARINA ¿Ves, Angelita? Tenemos costumbres diferentes…

RIGO ¿Quieres un consejo, mi bonita?

ÁNGELA Consejo hasta de un conejo, como dicen.

RIGO Pues dice el conejo: al país que fueres…

ÁNGELA … haz lo que vieres. Sí, ésa yo me la sé, pero…

LUZ MARINA Pero, ¿qué de qué?

ÁNGELA ¡Que yo quería mi fritada con yuca!

RIGO Entonces, amigo, tráiganos un caldo de manguera para tres… para que esta niña se vaya enseñando…

NARRADOR Costumbres, palabras, colores y sabores diferentes entre Colombia y Ecuador.

LUZ MARINA Bueno, ahora sí vamos donde mi vecina, doña Engracia, que tiene un puesto de venta aquí en el mercado…

ÁNGELA ¿Esa Engracia es la señora que estuvo en la fiesta del primer día?

RIGO Esa mismita, ve. Que es la madre de Galo, ese guambra tan alhaja, tan caballeroso… ¿te acuerdas de él?

ÁNGELA Pues no, la verdad… Ah, sí, un pelado con pinta de recluta que no se atrevía a bailar…

LUZ MARINA Sí, el Galo es un poco quedado…

ÁNGELA ¿Un poco?

NARRADOR Atravesaron los puestos de carne y de manteca hasta llegar al de doña Engracia, rebosante de frutas y verduras…

LUZ MARINA Kiubo, pues, vecina, qué más? ¿Qué me cuenta?

ENGRACIA Miren quiénes vienen… (SE SALUDAN)… ¿Y a qué se debe el honor de esta visita? Galo, hijo, Galito, ve quién anda por aquí… ¡La colombiana, mijito!

GALO Hola… yo…

ÁNGELA Hola, ¿cómo estás?… Dichosos los ojos que te ven…

GALO (TÍMIDO) ¿A mí?… Eh… yo…

LUZ MARINA Pues nosotros, vecina, paseando un poco y mostrándole el mercado y el pueblo a esta china que todavía no le agarra el “suin” a este país.

ENGRACIA Galito, hijo, dame avisando a Fermín, el de los mangos, dile que ahora no puedo verlo… que tengo que hablar una cosa con los vecinos… Y dígame, don Rigo y usted, Luz Marina, ¿ya consiguieron algún camellito pá esta pelada?

RIGO En eso estamos, vecina, pero, chuta, no es fácil, se lo digo…

ÁNGELA Cómo le parece, su mercé, que estuve en una cebichería, en una zapatería, en un hotel… ¡y nanay cucas!…

ENGRACIA Pues yo creo que la Churona te ha enviado hoy donde mí.

ÁNGELA ¿Cuál Churona? Yo no tengo nada pendiente con la policía, su mercé…

ENGRACIA No, hija, la Virgencita del Cisne, niña, la patrona de mi lindo Ecuador.

RIGO ¿Y por qué lo dice, doña Engracia?

ENGRACIA Verá, don Rigo, y usted, mi vecinita, yo tengo un pariente enfermo muy enfermo en Tulcán y tengo que viajar allá para acompañarlo.

LUZ MARINA ¿Y qué me quiere decir con eso, vecina?

ENGRACIA Que mi hijo Galito se va a quedar al frente de este puesto, pero necesita alguien que lo acolite. Si su entenada quiere…

RIGO La Angelita no es nuestra entenada, pero ya como si lo fuera… ¿qué dice usted, Angelita?

ÁNGELA Ni preguntarlo, su mercé. Yo apoyo a su hijo. ¡De una, pá las que sea!

ENGRACIA Por supuesto que yo le voy a reconocer el trabajo, no te preocupes por eso. ¿Qué dices vos, Galito?

GALO ¿Yo?… Sí… no… yo sí… claro… encantado…

ENGRACIA Y dígame, Angelita, ¿usted sabe vender?

ANGELA ¿Que si sé vender? Eso no se le pregunta a un colombiano. Y a una colombiana, menos. Yo le vendo bufandas en la selva y bikinis en el polo norte.

ENGRACIA Pues eso es lo que yo necesito, gente labiosa.

LUZ MARINA Mire, doña Engracia, y con todo el respeto, aquí en Ecuador un buen vendedor es más raro que un perro a cuadros. Usted va a una tienda y dice: me muestra esa lamparita. Y te responden: ¿y la va a comprar? Así, sin vida y como bravos. ¿Y cómo sé si la voy a comprar si no me la muestra, torombolo?

RIGO Cierto es, hay que reconocer…

LUZ MARINA Mire, doña Engracia. Entra usted en una tienda de ropa: ¿tiene una blusa color rosadito? Aquí en Ecuador te dicen: no hay. Como si no quisieran vender. En Colombia decimos: no tengo pero ya le consigo. Y busca y rebusca hasta que encuentra lo que el cliente quiere. Y te bajan todas las blusas. Y si no hay rosadita, que es la que tú quieres, te dicen: es que el verde te combina divino… Y tú acabas comprando, ¿entiendes? Siempre se le tiene… No es que yo hable mal del vendedor ecuatoriano, pero… hay diferencias.

ENGRACIA Oíste, Galo? ¿Oíste lo que dice la vecina?

GALO Sí, mamita…

ENGRACIA Así que avivaraste con la Angelita al lado…

ÁNGELA Usted, fresca, doña Engracia, que aquí se juntaron el hambre y las ganas de
comer… Mejor dicho: Galo y yo vamos a formar una pareja bien berrionda, despreocúpese… (RIENDO) ¿no es verdad, Galo?

GALO Sí… de ley… buenazo, claro, yo… claro… ufff…

CONTROL MÚSICA DE TRANSICIÓN

NARRADOR Las cosas de la vida, vinieron a comer fritada en el mercado central y salieron con un trabajito para Ángela, la colombiana…

LUZ MARINA Doña Engracia va a estar un mes por Tulcán… así que hagamos chulito para que todo salga bien!

ÁNGELA Bien bacano, Luz Marina. Más vale tarde que más tarde, ¿no?

RIGO Portarase bien, Angelita… que doña Engracia es una señora muy seria…

ÁNGELA No me puedo portar mal, don Rigo, porque ese Galo… es más pasmao… como mudo, ¿verdad?

RIGO No diga eso en este país, mi reina. Para ustedes mudo es callado. Aquí en Ecuador los muditos son los bobos, los shunshos…

ÁNGELA Eh, Ave María, ¡qué pecaíto!… Voy a tener que comprar un diccionario.

RIGO Diccionario y recordar el buen consejo: Al país que fueres…

ÁNGELA … haz lo que vieres. Ya lo tengo clavado en la frente, don Rigo, pierda cuidado.

CAPÍTULO 1: ¡BIENVENIDA, ANGELITA!* CAPÍTULO 2: CAMELLAR ES LO PRIMERO* CAPÍTULO 3: ACOSO EN EL HOTEL* CAPÍTULO 4: ENTRE YUCAS Y LLAPINGACHOS* CAPÍTULO 5: ÉRASE UNA VEZ COLOMBIA* CAPÍTULO 6: UNA VENDEDORA ROLA* CAPÍTULO 7: EL CARNET VERDE* CAPÍTULO 8: RECLAMO PORQUE RECLAMO* CAPÍTULO 9: PREPAGOS Y TRAQUETOS* CAPÍTULO 10: ¿DÓNDE ESTÁ DIEGO RODRÍGUEZ?(enlace)
* CAPÍTULO 11: HAY UN TIEMPO PARA TODO* CAPÍTULO 12: ECUADOR Y COLOMBIA, UN SOLO CORAZÓN