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DECIR NO A LA GUERRA

Radioclip en texto sin audio grabado.

Inmensas manifestaciones invadirán las calles del mundo en rechazo a la guerra contra Irak.

Eduardo Galeano

El presidente del planeta anuncia su próximo crimen en nombre de Dios y de la democracia. Así calumnia a Dios. Y calumnia, también, a la democracia, que a duras penas ha sobrevivido en el mundo a pesar de las dictaduras que los Estados Unidos vienen sembrando en todas partes desde hace más de un siglo.

El gobierno de Bush, que más que gobierno parece un oleoducto, necesita apoderarse de la segunda reserva mundial de petróleo, que yace bajo el suelo de Irak.

Además, necesita justificar el dineral de sus gastos militares y necesita exhibir en el campo de batalla los últimos modelos de su industria armamentista.

De eso se trata. Lo demás, son pretextos. Y los pretextos para esta próxima carnicería ofenden la inteligencia. El único país que ha usado armas nucleares contra la población civil, el país que descargó las bombas atómicas que aniquilaron Hiroshima y Nagasaki, pretende convencernos de que Irak es un peligro para la humanidad. Si el presidente Bush ama tanto a la humanidad, y de veras quiere conjurar la más grave amenaza que la humanidad padece, ¿por qué no se bombardea a sí mismo, en vez de planificar un nuevo exterminio de pueblos inocentes?

Inmensas manifestaciones invadirán las calles del mundo este 15 de febrero. La humanidad está harta de que sus asesinos la usen de coartada. Y está harta de llorar a sus muertos al fin de cada guerra: esta vez quiere impedir la guerra que los va a matar.

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En el Foro Mundial de Porto Alegre se acordó que todos los movimientos sociales se organizaran para una gran manifestación mundial contra la guerra este 15 de febrero.

Las organizaciones participantes lanzaron una jornada mundial por la Paz y en rechazo a la guerra que Estados Unidos, Gran Bretaña, gobiernos cómplices, y el complejo industrial militar, preparan contra Irak para adueñarse de la región y los recursos energéticos del petróleo, implantando su política hegemónica de dominio mundial. La propuesta es realizar en todos los países, concentraciones, marchas, reflexiones y reclamar el cese inmediato de los preparativos bélicos.

Otro mundo es posible, si participamos y tenemos el coraje de organizarnos para oponernos a la guerra y construir la Paz. Para reclamar a la ONU que adopte decisiones concretas para evitar que arrastren a los pueblos a otro conflicto bélico con consecuencias imprevisibles, que pone en riesgo la vida de millones de personas y de toda la humanidad. Este organismo internacional debe actuar con coraje para impedir la guerra.

La batalla que los pueblos debemos librar es contra la bomba silenciosa del hambre, que mata más que las guerras, contra la exclusión social y la pobreza.

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz