¿DIOS EN LA CONSTITUCIÓN? (2)

La Constitución de un país no es un libro religioso y no tiene que invocar el nombre de Dios.

SPOT 4

PRESIDENTE En la Constitución de nuestra República invocamos la protección de Dios para organizar mejor el Estado y las instituciones democráticas.

DIPUTADA ¡Me opongo, señor presidente!

PRESIDENTE ¿A qué se opone usted, señora diputada?

DIPUTADA A poner el nombre de Dios en la Constitución.

PRESIDENTE ¿Y cuál es el problema, si puede saberse?

DIPUTADA ¿Por qué se pone “Dios” y no “Diosa”?

PRESIDENTE No le entiendo.

DIPUTADA Digo que por qué la Constitución habla de Dios y no de Diosa. Que yo sepa, Dios no es varón. ¿O sí?

PRESIDENTE Pero tampoco es mujer. ¿O no?

DIPUTADA Precisamente por eso, señor presidente. No se puede hablar de Dios en masculino… ¿y sabe por qué? Porque cuando Dios es presentado como varón, los varones se creen dioses.

PRESIDENTE ¿Y usted qué propone, señora diputada?

DIPUTADA Que no pongamos nada. La Constitución es un texto político, no hay que bautizarlo con dioses ni con diosas.

CONTROL GOLPE MUSICAL

LOCUTORA La Carta Magna de un país no es un libro religioso. La Constitución no puede reforzar la visión patriarcal de Dios.

PRESIDENTE Pero yo rezo “Padre Nuestro que estás en el cielo…”

DIPUTADA Pues comience a rezar “Madre Nuestra que estás en el cielo…”

SPOT 5

EFECTO MURMULLOS

DIPUTADO ¡Imposible!… ¿Cómo no vamos a mencionar a Dios en la Constitución de nuestro país que es tan religioso, tan creyente?

DIPUTADA ¡Señor diputado!… ¿Quiere oír una cosa que va a sorprenderle? El mismo Jesucristo no puso el nombre de Dios en su Constitución.

DIPUTADO ¿Cómo dice?

DIPUTADA Que cuando Jesucristo proclamó su “Constitución”, la Ley Suprema con que seremos juzgados todos los seres humanos, no mencionó el nombre de Dios.

DIPUTADO ¿A qué Ley se refiere usted?

DIPUTADO Evangelio de San Mateo, capítulo 25. Jesucristo dijo que en el Juicio Final nos preguntarán si dimos de comer al hambriento y de beber al sediento. Jesucristo no mencionó a Dios. ¿Y sabe usted por qué? Porque el verdadero nombre de Dios es el Prójimo.

CONTROL GOLPE MUSICAL

LOCUTORA La Constitución de un país será buena no porque la bauticen con el nombre de Dios, sino porque sirva para dar de comer al hambriento y de beber al sediento.

DIPUTADO Pero el nombre… ¡el nombre!

DIPUTADA Ningún nombre, señor diputado. El buen árbol se conoce por sus frutos y no por el nombre.

SPOT 6

EFECTO AMBIENTE ASAMBLEA

PRESIDENTE (3P) Si nadie tiene más que añadir, procedemos a la votación sobre si poner o no poner el nombre de Dios en el preámbulo de la Constitución.

EFECTO MURMULLOS

DIPUTADA Es que no me cabe en la cabeza. ¿Cómo puede existir alguien que se oponga a mencionar a Dios en nuestra Carta Magna?

DIPUTADO Pues somos muchísimos los nos oponemos, señora diputada. Compréndalo. Vivimos en un Estado laico. Las iglesias son una cosa y el Estado es otra. El mismo Jesucristo lo dijo: al César lo del César y a Dios lo de Dios.

DIPUTADA Pero, amigo mío, Dios es el espíritu que nos inspira, la luz que nos ilumina, la verdad que nos hace libres.

DIPUTADO Todo eso está muy bien, amiga mía. Yo también creo en Dios. Pero no mezclemos las cosas. La Constitución no es un libro de oraciones.

CONTROL GOLPE MUSICAL

LOCUTORA Entre las iglesias y el Estado habrá respeto y colaboración. Pero separados. Bien separados. Porque el Estado es laico y la Constitución también.

EFECTO MURMULLOS

PRESIDENTE 37 votos a favor y 93 en contra. El nombre de Dios no aparecerá en la nueva Constitución.

 

 

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BIBLIOGRAFÍA
Laicidad, Javier Villanueva