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UN TAL JESÚS

La serie radiofónica Un tal Jesús, apodado el Moreno, ya está en la web. Todos los Derechos están compartidos. ¡Bájate la serie completa!

Junto al pozo de Jacob, una mujer samaritana, de rostro hermoso y
tostado por el sol, miraba fijamente a Jesús, extendiendo hacia él su brazo moreno, lleno de pulseras.

ABIGAÍL ¡Ya sé quién eres tú! ¡Un adivino! ¡Un profeta! ¿Eres un profeta, verdad?

JESÚS Bueno, yo soy un galileo, como tú dijiste antes.

ABIGAÍL No, ¡tú eres un profeta! ¡Y yo no le había visto nunca la barba a un
profeta! ¡Pues ahora no te me escapas! A ver qué te pregunto yo a ti… Sí, sí, ya lo tengo. Tú me vas a resol¬ver este lío: Mira, ustedes los galileos y los judíos dicen que Dios tiene puesto su trono en el monte de Jerusalén. Y nosotros los samaritanos decimos que no, que es aquí en el monte Garizim donde vive Dios. ¿Qué te parece a ti, eh?

JESÚS Bueno, pues a mí lo que me parece es que Dios ya se levantó del trono y se bajó del monte y puso su tienda aquí abajo, entre la gente, entre los pobres.

ABIGAÍL ¡Tú eres un profeta, estoy segura! Y si me descui¬do, ¡terminas siendo el
mismísimo Mesías!

NARRADOR Cuando la mujer samaritana dijo aquello, Jesús se agachó, tomó una
piedrecita blanca del suelo y se puso a jugar con ella entre las manos.

JESÚS ¿Y… y si lo fuera?

ABIGAÍL ¿Cómo dices?

JESÚS Que si yo fuera el Mesías, ¿qué harías tú?

ABIGAÍL Eso te pregunto yo a ti. ¿Qué harías tú?

JESÚS Pues mira, lo primero que haría yo sería comprar un cepillo así de grande para borrar las fronteras entre Samaria y Galilea, entre Galilea y Judea, entre Israel y todos los países. Y después, buscaría una llave maestra para abrir las cerraduras de todos los graneros y así el trigo alcanzaría para todos. Y con un martillo grande rompería las cadenas de los esclavos y los grilletes de los presos. Y después, llamaría a todos los albañiles de la tierra y les diría: Ea, compañeros, desmonten piedra a piedra el Templo de Jerusalén y el templo del Garizim y todos los templos. Porque Dios ya no está en los templos sino en las calles y en las plazas. Y los que de veras buscan a Dios, lo encontrarán ahí, entre la gente. Y también compraría la mejor lejía de batanero para borrar todas esas leyes y todas esas nor¬mas que durante años nos han cargado sobre las espaldas… y escribiría una sola ley adentro, en el corazón: la libertad. Sí, todo eso haría.

ABIGAÍL ¡Ahora estoy segura! ¡Tú eres el Mesías que espera¬mos! ¡Ven, ven a mi
casa y a mi pueblo y que todos te oigan! ¡Ven, anda!

BIBLIOGRAFÍA
El fragmento anterior corresponde al capítulo 81 de la polémica serie Un tal Jesús, escrita por José Ignacio y María López Vigil. Santiago García, del equipo RADIALISTAS, ha diseñado la página del Moreno y ha subido a la web los 144 capítulos. Tanto los audios como los textos están disponibles y son gratuitos. Visita www.untaljesus.net , conoce esta obra, y tal vez descubras que… ¡otro Dios es posible!