ASPIRAR UNA FLOR Y SOPLAR UNA VELA

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Ejercicios de relajación y respiración para mejorar nuestra locución.

Muchos problemas de locución se deben a la falta de aire. Nos hemos acostumbrado a respirar mal, apenas con la parte alta de los pulmones. Entonces, nos llega un libreto con frases largas y se nos acaba el aliento a mitad de camino.

Los bebés saben respirar bien, con toda la panza. En eso consiste la tan recomendada “respiración diafragmática”, en respirar profundo, oxigenando todo el cuerpo.

Cuando estamos nerviosos, los músculos del diafragma se encuentran tensos y no nos permiten llenar de aire los pulmones. Para dominar los nervios y educar la respiración, recomendamos estos ejercicios.

Antes de comenzar cualquiera de ellos, controla la mente. Serénate. El mundo no se va a acabar todavía. Olvida ahora tus preocupaciones. Poco a poco, irás sintiendo que los músculos se aflojan. Ahora puedes comenzar los ejercicios.

EJERCICIO DE RELAJACIÓN

Inspira lentamente por la nariz, como si estuvieras disfrutando el perfume de una bella flor. A continuación, expulsa el aire por la boca como quien apaga una vela. Siente el aire recorriendo todo tu organismo, siente cómo se relaja cada músculo de tu cuerpo a medida que vas respirando de esta forma.

EJERCICIO DE FORTALECIMIENTO

Acuéstate en el piso boca arriba, con la columna recta, colocando un libro sobre el vientre. En esa posición, respira por la nariz, tratando de subir el libro lo más posible. Luego, bota el aire por la boca, poco a poco, contando mentalmente, hasta que el libro vuelva a su nivel inicial. Sigue inspirando y espirando, subiendo y bajando el libro, aumentando la cuenta lo más que puedas. Respira así unos minutos. Repite este ejercicio un par de veces al día. Te fortalecerá los músculos abdominales para controlar mejor la respiración.

EJERCICIO DE AMPLITUD

De pie, inspira y espira muy lentamente. Al ritmo con que vas respirando, levanta los brazos al nivel de los hombros. Bájalos lentamente a medida que botas el aire. Siente como si fueras volando. Cierra los ojos, concéntrate. Vuela con la imaginación. Emplea cinco minutos en esta práctica.

Además de ser muy relajantes, estos ejercicios nos ayudan a trabajar la voz y a mejorar la locución. ¡Hagan la prueba y me cuentan!

BIBLIOGRAFÍA