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12- ¿ATARLA A LA CAMA?

LIBRETO

LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.

CONTROL CARACTERÍSTICA CONSULTORIO

DOCTORA Amigas, amigos, ¿qué tal, cómo están esos ánimos? ¿Siempre felices o, al menos, luchando para ser felices? De eso se trata, de aprender a vivir con felicidad nuestra vida y nuestra sexualidad… Y eso era lo que andaba buscando Robertito con su pareja… Vengan, vamos a mirar por el ojo de la cerradura…

CONTROL MÚSICA SENSUAL

ROBERTO Alicia…

ALICIA Dime, Robertito…

ROBERTO Alicia, mira lo que traje…

ALICIA ¿Y eso qué es?

ROBERTO Una correa…

ALICIA ¿Una correa? ¿Y para qué?

ROBERTO Para ser felices, mi amor… Yo te voy a atar a la patas de la cama… y luego te vendo los ojos… y luego…

ALICIA ¿Estás loco? ¿Y para qué me vas a amarrar…?

ROBERTO (COMO LOBO) Para comerte mejor… ¿No te excita, Alicita?… Es que yo tengo esa fantasía…

ALICIA Es que tú tienes una enfermedad mental… ¡Morboso, perverso, con esa misma correa vas a aprender a respetarme!… ¡Toma!

CONTROL MÚSICA DRAMÁTICA

DOCTORA ¡Pobre Robertito!… Él soñaba con una experiencia excitante y salió más escaldado que cangrejo en cacerola. Ahora yo les pregunto a ustedes… ese Robertito que quería atar a la cama a su enamorada… ¿es un enfermo sexual? ¿Qué piensan ustedes?

EFECTO TELÉFONO

DOCTORA Veamos una primera llamada… ¿aló?

MUJER MAYOR Doctora, le habla una fiel oyente de su consultorio…

DOCTORA Pues le agradezco su fidelidad… Y dígame, ¿qué piensa usted de Robertito?

MUJER MAYOR Yo pienso que es un enfermo, sí, un loco… ¿dónde se ha visto que uno amarre a la persona que ama? Eso hacen los policías con los ladrones, pero…

DOCTORA … pero parece que es una fantasía bastante frecuente entre las personas normales, así que tenemos que investigar por qué causa placer…

EFECTO TELÉFONO

DOCTORA A ver quién nos llama ahora… ¿sí, dígame?

HOMBRE Le digo, doctora, que ese Robertito está muy influenciado por las películas. Como él ve que en el cine amarran a una mujer desnuda… y luego le hacen esto y lo otro, pues él quiere hacer lo mismo con su Alicita… Pero Alicita no se dejó poner la correíta…

DOCTORA Es verdad lo de las películas… pero fíjense, resulta que esta fantasía es frecuente porque produce un sentimiento de dominación… El que amarra se siente dueño del otro cuerpo… Y la amarrada se siente dominada… Y eso tiene su encanto para algunas personas, no hay que rechazarlo así, a la primera… Puede ser un juego divertido…

EFECTO TELÉFONO

CHICA Yo estoy de acuerdo con usted, doctora, puede ser un juego divertido… siempre que se cumpla con una condición.

DOCTORA ¿Cuál condición?

CHICA Que los dos sepan y que los dos quieran hacer eso.

DOCTORA Tienes toda la razón, muchacha. Cualquier juego sexual tiene que ser de mutuo acuerdo. De lo contrario, a ti se te ocurre mañana el salto del tigre y el otro tiene que aguantarlo…

CHICA ¿Y cómo es eso del salto del tigre, doctora? Cuente, cuente, que ésa no la sé…

DOCTORA No, no, en otra oportunidad hablamos de tigres… Pero ahora estamos con las ataduras… Totalmente de acuerdo contigo, la condición es que la pareja esté de acuerdo y los dos lo disfruten. Si no, no vale.

EFECTO TELÉFONO

DOCTORA Consultorio de la doctora Miralles… dígame…

CHICO Imagínese lo que me pasó a mí, doctorcita.

DOCTORA A ver qué te pasó… Cuenta…

CHICO Le digo yo a mi chica lo de atarse a la cama y ella me dice que estupendo. Que ya está excitada de sólo pensarlo. Saco yo cuatro pañuelos de seda, para hacerlo todo más poético, y ella feliz. Y como yo no había aclarado las cosas, ella agarra los pañuelos y ya me amarra un brazo y el otro, un pie y el otro pie, y acabé yo más estirado que el sueldo mínimo…

DOCTORA Pues muy bien, me alegra eso que cuentas porque a las mujeres también nos encanta ser las dueñas completas de la relación… Estos juegos pueden ser muy divertidos si nadie hace daño a nadie, si él ni ella sienten peligro sino confianza… Y por supuesto, cuando uno de los dos quiera parar el juego, se para el juego. Y ahora la que para el programa soy yo, que el tiempo se me acabó. Hasta la próxima, un saludo especial para las amarradas… ¡y los amarrados!

BIBLIOGRAFÍA