CASTING DE LOCUTORAS

Radioclip en texto sin audio grabado.

¿Tienes un buen balance de voces masculinas y femeninas en la radio? ¿Sabes qué hizo Radio Raudal para alcanzarlo?

—¿Y por qué en esta radio hay tantas voces masculinas y tan pocas femeninas?

—Bueno… Es que… es que las mujeres no quieren meterse a la radio.

¿Verdad o pretexto? En cualquier caso, conozcamos la iniciativa de Radio Raudal en la amazonía venezolana.

Hicieron un casting de locutoras. Por la radio, avisaron que estaba abierto el concurso y que todas las chicas mayores de 18 años podían presentarse. La emisora no buscaba “voces bonitas”, sino productoras de radop, jóvenes o adultas que pudieran animar una radiorevista mañanera.

Se inscribieron 25 candidatas. Daban sus datos, llenaban una ficha, el jefe de programación tenía una entrevista con cada una y les encomendaba preparar un guión para un espacio mañanero de tres horas.

—Tú eliges los temas, las músicas, los recursos… Inventa. Dale permiso a la imaginación.

—¿Y cómo se llama el programa?

—Todavía no tiene nombre.

Dos o tres días de salir al aire, el jefe de programación se reunía nuevamente con cada candidata para conocer el guión que había preparado. Unas sugerencias, unos reajustes.

Y llegaba el día de salir al aire. La candidata entraba a cabina. Para bajar los nervios, el director de la emisora la acompañaba, la presentaba ante la audiencia y también le hacía las clásicas preguntas en este tipo de concursos: ¿cuál es el color que más te gusta, qué novela estás leyendo, si fueras a una isla desierta qué tres cosas llevarías, por qué te gusta la radio?).

Y comenzaba la radiorevista de 9 a 12 de la mañana. El programa sin nombre, porque aún no lo tenía.

Día a día, durante 25 días, el programa fue animado por una nueva locutora. Un jurado con personal de la radio iba dando puntos tomando en cuenta la voz, la animación, la creatividad, el dominio de los temas, la capacidad de improvisación… También la audiencia llamaba y opinaba.

—Mi voto es por Juanita López.

—¿Quién llama, por favor?

—Soy Juan López, el papá de la muchacha.

Los familiares, las amigas, y el público en general daban su voto por una o por otra candidata. La competencia despertó un enorme entusiasmo entre el público y el casting sirvió para descubrir nuevas radialistas a través de un programa muy ameno y variado.

Actualmente, Liz María Silva, ganadora del casting, trabaja en Radio Raudal y anima todas las mañanas “El Programa sin Nombre”, que así quedó bautizado.

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