| |

¿COMO TERMINAR UN DISCURSO?

¿Y cómo terminar bien un discurso, o una charla por radio, o un editorial, cualquier conferencia, hasta un sermón? Pertenece a la serie: Consultorio radiofónico.

LIBRETO

TIMBRE TELÉFONO

JI Consultorio radiofónico a la orden.

B Oiga, ¿y ahí es donde resuelven todas las dudas sobre la radio?

JI Por supuesto, muchacha. Aquí quien no sabe es porque no pregunta.

GOLPE MUSICAL

JOSÉ IGNACIO Radialistas apasionadas y apasionados, ¿cómo están, cómo los trata la vida y la pandemia? Bueno, no hablemos de cosas tristes. Vamos a lo que vinimos, a capacitarnos para hablar mejor por radio y fuera de la radio también. Digo esto porque el otro día me preguntaron cómo comenzar bien un discurso. Y ahora me llega otra pregunta semejante.

GOLPE MUSICAL

CLARA Esta pregunta la envía José Alberto Mejía…. Y nos llega desde ciudad de Panamá y dice así: Ya nos explicó cómo arrancar bien un discurso. Pero, ¿y cómo terminarlo? ¿Cómo acabar bien?

JOSÉ IGNACIO Una pregunta tan buena como la anterior. Cómo arrancar, ya lo vimos. ¿Y cómo terminar bien un discurso, o una charla por radio, o un editorial, cualquier conferencia, hasta un sermón?

CLARA Eso pregunta el panameño José Alberto, cómo terminar un discurso.

JOSÉ IGNACIO Veamos. Lo mejor de un discurso es que sea breve. Si usted habló y habló, y siguió hablando sin darse cuenta de la impaciencia del público, cualquier final que intentes dar a tus palabras será malo. Ya tus oyentes se habrán escapado de la sala o habrán cambiado de emisora.
Ahora bien, supongamos que usted ha controlado bien el tiempo y su charla ha sido amena y con buenas ideas. ¿Cómo terminarla? Por ejemplo…

CLARA Bueno, estas son las ideas que quería compartir con ustedes… Así que, bueno, pues… muchas gracias.

JOSÉ IGNACIO Mal final. ¿No se supone que usted dijo lo que quiso decir? Entonces no hace falta que diga que quiso decir lo que dijo.

CLARA En fin, no sé si he sido suficientemente claro… Yo traté de explicar los puntos que me parecían más importantes…

JOSÉ IGANCIO Otra salida pésima. Por favor, no se justifique si no se lo piden. No sugiera que no fue claro porque su discurso resultará más oscuro todavía. Si se dieron cuenta de su confusión, ya no hay arreglo. Y si no se dieron cuenta, ¿para qué mencionarlo?

CLARA Me dijeron que hablara diez minutos… y, caramba, qué rápido corre el reloj… todavía tenía otros asuntos que explicar, pero…

JOSÉ IGNACIO No pierda tiempo diciendo que le faltó tiempo. Esto indica que usted calculó mal su exposición. Si se le olvidó un punto o se extendió mucho en otros, no se excuse por lo que no logró explicar. Esto frustrará al público.

CLARA Espero que hayan podido comprender lo que les he explicado…

JOSÉ IGNACIO ¿Por qué mejor no se calla? Diciendo eso, usted insinúa que el público es bruto y no ha podido comprender sus profundas ideas. Cuidado no se ahogue usted mismo con tanta profundidad!

CLARA Amigas y amigos, gracias por su paciencia… y disculpen si no cubrí sus expectativas…

JOSÉ IGNACIO Tampoco se subestime ni se tire huevos usted mismo. En todo caso, esperen que le lleguen del público!

CLARA Antes de terminar, quisiera subrayar cuatro puntos…

JOSÉ IGNACIO Pucha, todavía le faltan cuatro puntos!… Estos epílogos desesperan al público que ya estaba levantándose para salir. Todos estos finales -y otros más que no mencionamos- son lamentables. Dejan un mal sabor de boca entre asistentes o radioescuchas.

CLARA Y ahora en positivo, profe, ¿cómo finalizar bien una charla, una conferencia, un discurso?

JOSÉ IGNACIO Pues… piensa una frase atractiva, sorpresiva. Tal vez una cita célebre. O una expresión ingeniosa. O un refrán. Incluso llévala escrita para no olvidarla y rematar con ella tus palabras. Fíjense, hay algunos oradores, oradoras, que redondean su discurso haciendo referencia al comienzo. Si empezaron contando una anécdota sobre las hamburguesas y cómo la cultura se va homogenizando, podrías acabar con este grafiti: Cuando ya todo sea occidente… ¿por dónde saldrá el Sol? Esa última frase (antes de decir Muchas gracias) será como una campana que queda resonando en los oídos del público. Como el broche del collar. Como la fresa del pastel.

Amigas y amigos radialistas, será hasta el próximo consultorio. Envíen sus preguntas y opiniones a:
radialistas@radialistas.net

Y recuerden: No hay preguntas tontas. Hay tontos que no preguntan. ¡Hasta la próxima!