2.1.2 DAÑOS CAUSADOS POR EL EXTRACTIVISMO

Radioclip en texto sin audio grabado.

Los gobiernos de derecha e izquierda defienden el extractivismo. Ambos explotan los recursos naturales, los bienes comunes que pertenece a toda la humanidad. Los de derecha nos cuentan de los grandes beneficios de la inversión extranjera. Y los de la izquierda, de “acabar con la pobreza”. Pero el resultado es el mismo, la destrucción del medio ambiente, la contaminación del planeta con el aumento del CO2, y la miseria cada vez mayor de los pueblos urbanos y rurales, incluso la desaparición de nacionalidades originarias.

<< ANTERIOR || SIGUIENTE >>

Debido a la alta corrupción que existe en América Latina, los Estados no se preocupan por los daños ambientales y sociales, y apoyan a las empresas dejando que sean los pueblos quienes negocien sus demandas sociales con las corporaciones (petroleras, mineras etc), las que nunca cumplen con lo prometido y casi siempre se ocasionan enfrentamientos graves. Veamos algunos ejemplos.

Enfrentamientos y muerte

Comunidad Bretaña, campo petrolero Lote 95, río Puinahua, provincia de Requena, en la Amazonía peruana. Agosto 2020.
“Cuando empezó el fuego empezamos a correr, nos refugiamos en algunas casas hasta que acabaron de disparar. Nosotros solo teníamos lanzas, nuestras armas naturales que son parte de nuestra identidad, pero nadie tenía armas de fuego”, cuenta Agnita Saboya, presidenta de la Organización de Mujeres Indígenas del Marañón (ORDEMIM).[1]

El sábado 8 de agosto, alrededor de 70 indígenas acudieron a las instalaciones de la empresa canadiense PetroTal para exigir la instalación de los servicios de agua potable y luz eléctrica en sus comunidades y mejores condiciones de salud ante el COVID-19. No hubo posibilidades de diálogo y ocurrió un enfrentamiento con la Policía Nacional que cuidaba el campamento. Murieron dos indígenas kukama y 17 heridos entre indígenas y policías.

Recordemos que en el Perú, los lotes petroleros han afectado el territorio de 41 de los 65 pueblos indígenas amazónicos.

En Ecuador, el colectivo Mujeres Amazónicas lidera la lucha contra las petroleras, mineras y madereras en Sarayacu. Ellas demandaron a la petrolera argentina CGC que en el 2003 enterraron explosivos en su territorio. Demandaron al Estado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ganaron al Estado por haber permitido la colocación de explosivos y la perforación de sus territorios. En el 2018 amenazaron de muerte a tres de sus lideresas, incluso les quemaron sus casas.

“Las mujeres corremos mayor peligro que los hombres. Se las puede amenazar sexual y físicamente; para los hombres es diferente. Las mujeres nos unimos porque tenemos que hacerlo, porque sabemos que juntas somos más fuertes y estamos más protegidas en múltiples niveles.” Patricia Gualinga, dirigenta Sarayacu, Ecuador. [2]

 

¿En la actualidad se dan estos casos de enfrentamientos y muerte? ¿Cómo afectan estos conflictos a la vida de las mujeres de tu comunidad?

 

Desplazamiento y destrucción de las comunidades

Hasta la comunidad comunidad Shuar de Nankints, amazonía ecuatoriana, en marzo del 2017 [3] llegó la empresa minera china EXSA con el apoyo del gobierno a instalar el campamento minero La Esperanza. Dieron dos minutos a las familias para desalojar y destruyeron sus casas y las enterraron. La policía particular y los militares los obligaron a huir hacia la selva.[4]

TESTIMONIO

Decían que nos iban a soltar una bomba.
Decían que iban a botar a los niños al río Zamora.
Decían que esa noche venían.
Yo tengo cinco hijos, salimos simples, sin ropa.
Cruzamos la selva en medio de la noche.
Abandoné a mis animales.
Mi chonta, el plátano, todo quedó atrás.
Salieron las mujeres, yo lloraba por ellas y por mí.
Susana

Este testimonio ha sido recogido por Cristina Burneo en su artículo Las mujeres que narran la guerra.  Les recomendamos especialmente su lectura que nos da la medida de las agresiones sufridas a manos de las empresas y de los gobiernos nacionales.

¿Conoces casos como los de Nankints? ¿Cómo los han tratado los medios de comunicación?

 

Trata de niñas y mujeres

Campamento minería ilegal La Pampa, Departamento de Madre de Dios, Amazonía peruana. 2016

“Las niñas de 11 a 14 años son las preferidas por los mineros. Las más jóvenes no están expuestas en la carretera Interoceánica, sino más adentro, donde es más peligroso entrar. Durante la noche hay mayor trabajo para ellas, en el día las niñas duermen y los trabajadores están en la mina. A partir de las 7 de la noche, los mineros se dedican a emborracharse y consumir niñas como si fueran objetos”. [5]

En los lavaderos de oro de la Amazonía el negocio de la trata de niñas y adolescentes es tanto o más rentable que el mismo oro. Las mafias llevan con engaños a niñas campesinas de la sierra, la selva y la costa, y las obligan a prostituirse. Es un grave problema difícil de solucionar, pues cuando los campamentos son intervenidos, se trasladan y crean nuevos lavaderos. [6] Según la ONG Promsex, el 38% de mujeres de Madre de Dios son explotadas sexualmente, y el 36% abortaron alguna vez. [7]

Averigua y recoge casos como los anteriores en la región amazónica de tu país. ¿Dónde se da el tráfico de niñas, niños, adolescentes y mujeres adultas para la explotación sexual?

Deforestación e incendios

La tala de árboles para madera, la construcción de granjas ganaderas, los cultivos de soja, coca o aceite de palma y la construcción de las carreteras e hidroeléctricas, así como los incendios, son causantes de la deforestación en la PanAmazonía. En el mundo, cada año se talan aproximadamente 15 mil millones de árboles.

La deforestación de grandes áreas de la PanAmazonía disminuye las lluvias provocando sequías y luego, fácilmente, se producen incendios, gran número de ellos son provocados. Los pueblos indígenas, sobre todo los que están en aislamiento voluntario, tienen que huir de sus tierras y sufren enfermedades respiratorias por el humo de los incendios.

Brasil es uno de los países más afectados por los incendios. En el 2019 se han deforestado y quemado al menos 52 mil 500 hectáreas de la Amazonía, el equivalente a 72 mil campos de fútbol. En este año 2020, antes del 5 de septiembre, se han detectado ya alrededor de 63.000 incendios forestales. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizó 125.031 incendios forestales en el Brasil desde enero hasta el 12 de septiembre de 2020, el mayor registro desde 2010.

En el Perú, el 60% de de la tala es ilegal o con licencias amañadas. 155 mil hectáreas de bosque se pierden cada año en este país.

Los incendios en la PanAmazonía, el bosque tropical más grande del mundo, arrasaron en agosto de 2019 el equivalente a casi 4 millones y medio de campos de fútbol, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (Inpe).9

Los bosques actúan como un sumidero de carbono, como una esponja que retiene Dióxido de Carbono (CO2) de la atmósfera. Las plantas absorben el CO2 y liberan oxígeno (O2) ayudando a regular el calor del planeta. Pero la deforestación está reduciendo esa capacidad de absorción. Y los incendios aumentan la liberación del CO2.

El CO2 es el principal gas de efecto invernadero responsable del 63% del calentamiento de todo nuestro planeta. Se llama efecto invernadero al fenómeno por el cual los gases que forman la atmósfera retienen parte de la energía que la superficie de la Tierra libera luego de haber sido calentada por el Sol, produciendo un aumento del calor. Como si al planeta se le envolviera con una cobija.

¿A qué se deben los incendios forestales en la Amazonía de tu país?

Asesinatos a defensores de la Amazonía

En esta guerra contra la Amazonía, quienes la defienden corren el riesgo de perder sus vidas. Es así como durante el tiempo de pandemia, cuatro líderes indígenas han sido asesinados en el Perú.[8] Ellos pertenecían a las comunidades de Alto Tamaya-Saweto (pueblo Ashéninka), Santa Clara de Uchunya (pueblo Shipibo-Conibo), Unipacuyacu (pueblo Kakataibo) y Nuevo Amanecer Hawai (pueblo Asháninka). Ellos lucharon contra la tala ilegal del bosque ante el avance de los nonocultivos de coca, de palma aceitera y el tráfico de tierras.

En el 2019 en América Latina fueron asesinados 98 líderes ambientales. En ese mismo año sucedieron 33 asesinatos a defensores de la Región Amazónica, 24 de ellos en Brasil.[9] Aún cuando parezcan cifras alarmantes, más lo es no saber cuántas personas han sido asesinadas, por las dificultades de comunicación y de registros. Y menos sabemos cuántas mujeres.

Los principales móviles de los asesinatos de líderes ambientales en países amazónicos[10] son:

  • Conflictos por la tierra, que incluye sustitución de cultivos ilegales de coca en Colombia.
  • Minería legal e ilegal.
  • Enfrentamientos con empresas petroleras.
  • Tala del bosque para agronegocios y ganadería, sobre todo en el Brasil.
  • Proyectos hidroeléctricos y represas.
  • La corrupción política que entrega tierras indígenas a empresas extractivstas.

América Latina se ubica como la región más peligrosa para los defensores y las defensoras ambientales. De los diez países con el mayor número de asesinatos en el mundo, siete son de Latinoamérica: Colombia, Brasil, México, Honduras, Guatemala, Venezuela y Nicaragua.

Te invitamos a revisar esta serie periodística acerca de la lucha de defensores y defensoras de la Amazonía: DefenderSinMiedo: historias de lucha por la defensa del ambiente en tiempos de pandemia.[11]

¡PARTICIPA!

¿En tu comunidad hay casos de amenazas a líderes o lideresas o defensoras del medio ambiente? ¡Cuéntanos!

 

Siguiente

 

BIBLIOGRAFÍA