|

97- ¿ELLA PASIVA, ÉL ACTIVO?

LIBRETO

LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.

CONTROL CARACTERÍSTICA CONSULTORIO

DOCTORA Amigas, amigos, nuevamente con ustedes y nuevamente para hablar de sexo, de esta maravillosa fuente de alegría, de placer, que tiene nuestro cuerpo. Aunque todavía hoy, en pleno siglo 21, algunas personas siguen viendo el sexo como algo peligroso, indecente, especialmente para las mujeres… Asómense a este colegio…

CONTROL MÚSICA ANTIGUA

MONJA ¡Juanita, cierra las piernas!… Acostúmbrate a sentarte bien, juntando las rodillas… Y tú, Cristina, ¿qué estás mirando por la ventana, eh?… ¡Ay, estas niñas!… Ya te dije cien veces, Yuli, que te abroches bien la blusa y no estés enseñando lo que no hay que enseñar… ¿Cuándo aprenderán, Dios mío, cuándo aprenderán a ser recatadas?

CONTROL MÚSICA ANTIGUA

DOCTORA Recatadas. Encubiertas, escondidas. Blusas cerradas hasta el cuello y faldas hasta los tobillos… Ojos bajos, manos quietas… Como angelitas… Recatadas en la escuela, en la casa, en la mesa… y, más tarde, recatadas en la cama.

EFECTO TELÉFONO

MUJER 1 ¿Aló, doctora?

DOCTORA ¿Sí, aló? Dime…

MUJER 1 Verá, doctora, a mí también me educaron las monjitas… Nos decían cómo debíamos comportarnos con los chicos…

DOCTORA ¿Y qué sabrán de eso las monjitas, porque ellas…?

MUJER 1 Nunca demostrar interés, porque los hombres son unos sinvergüenzas.

DOCTORA Algunos sí, pero no todos…

MUJER 1 La hermana decía que si les das un dedo, te agarran la mano. Y si les das la mano, te agarran quién sabe qué…

DOCTORA Y tú no les dabas ni el saludo…

MUJER 1 Nada, doctora, nada. Porque después ellos piensan que eres una mujer fácil.

DOCTORA ¿Y te casaste?

MUJER 1 (LLORA) ¡No, doctora, nadie me agarró nada!

DOCTORA ¿Ya ven?… Aquí se cumple aquello de ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre!

EFECTO TELÉFONO

DOCTORA Veamos si es otra recatada… ¿Aló?

MUJER 2 Aló, doctora.

DOCTORA Sí, dime…

MUJER 2 Verá, doctora, yo siempre he sido muy espontánea.

DOCTORA Pues qué bien…

MUJER 2 Pero con mi marido no me funcionó.

DOCTORA ¿Y por qué? Cuéntame…

MUJER 2 Una vez quise hacerle un strip tease… Para jugar, ¿comprende?… Me compré un ropita sexy, puse una música suave, media luz… (TARAREA)

DOCTORA ¡Mira qué simpático!

MUJER ¿Simpático?… Él se molestó muchísimo. Me dijo que yo era una…una…

DOCTORA ¿Una puta?

MUJER Sí. Me dijo que “eso” lo hacían “ésas”.

DOCTORA Y tú, ¿qué tenías que hacer?

MUJER Nada. Según él, yo sólo tenía que quedarme quieta. Quietecita. Como una mujer decente. Sólo eso.

DOCTORA ¡Qué barbaridad!

EFECTO TELÉFONO

VIEJO Ninguna barbaridad, doctora. Una mujer que se respeta no anda haciendo esas cosas.

DOCTORA ¿Qué cosas, señor mío?

VIEJO Eso, andar provocando a su esposo… que si una musiquita, que si media luz… ¡esas son cosas de cabaretera!

DOCTORA O sea, que usted es de los de doble techo…

VIEJO ¿Cómo que de doble techo?

DOCTORA Claro, una para tener hijos y otra para pasarla bien.

VIEJO Bueno…

DOCTORA Eso ya quedó atrás, amigo mío, deje eso en la Edad Media, cuando el hombre tenía dos mujeres, la esposa para parir y la otra para disfrutar.

EFECTO TELÉFONO

MUJER 3 ¿El consultorio de la doctora Miralles?

DOCTORA Sí, dime…

MUJER 3 Yo la estoy oyendo, doctora, y necesito que me aclare una cosa. ¿A quién le corresponde tomar la iniciativa?

DOCTORA ¿La iniciativa en qué?

MUJER 3 En todo. A mí me enseñaron que la mujer debe esperar. Esperar a que la inviten. En el baile, en el cine… en todo.

DOCTORA No, muchacha. Estamos en el siglo 21.

MUJER 3 ¿Y en el amor, doctora, quién debe comenzar?

DOCTORA Quien tenga ganas… Claro, sin que nadie fuerce a nadie.

MUJER 3 ¿Y durante el acto… una puede… moverse y…?

DOCTORA Claro, mujer. Si te quedas ahí, tiesa como una momia… tu compañero va a desanimarse también. Acaricia, muévete, ponte arriba, ponte abajo… Cántale aquella salsa que dice: “ven, devórame otra vez”…

MUJER 3 Ay, doctora, yo le agradezco tanto, porque yo tenía como un nudo aquí…

DOCTORA Pues suelta los nudos y entrégate al juego amoroso. En el amor, no hay “activos” y “pasivas”. Los dos deben actuar con libertad y sin complejos. ¡Hasta la próxima, amigas “recatadas”… mejor dicho, “rescatadas”… rescatadas de los prejuicios y los temores!… ¡Nos vemos pronto!

BIBLIOGRAFÍA