EN LO ALTO DEL CAMPANARIO

Un cura que confiaba demasiado en la Providencia.

CONTROLSICA ALEGRE

NARRADORA Se hallaba un sacerdote sentado en su escritorio, junto a la ventana, preparando un sermón sobre la Providencia de Dios. De pronto…

EFECTO EXPLOSIÓN LEJANA Y BULLA DE GENTE

NARRADORA … escuchó algo como una explosión y vio a la gente corriendo enloquecida de un lado para otro. El sacerdote supo que había reventado la represa, el río se había desbordado y el vecindario estaba siendo evacuado.

EFECTO RÍO DESBORDADO

NARRADORA El sacerdote comprobó que el agua ya había alcanzado el nivel de la calle en que él vivía. Pero no se dejó dominar por el pánico.

SACERDOTE Aquí estoy yo, preparando un sermón sobre la Providencia. Pues se me ofrece una oportunidad excelente de practicar lo que predico. No debo huir como los demás sino quedarme aquí y confiar en la Providencia de Dios.

NARRADORA En eso, cuando el agua llegaba a la altura de su ventana, pasó por allí una barca llena de gente.

BARQUERO (A LO LEJOS) ¡Salte adentro, padre, venga con nosotros!

SACERDOTE No, hijos míos. Yo confío en que me salve la Providencia de Dios.

NARRADORA El sacerdote subió al tejado y, cuando el agua llegó hasta allí, pasó otra barca llena de gente.

MUJER (A LO LEJOS) ¡Suba, padre, que se va a ahogar, venga!

SACERDOTE No, hija mía, no. Prefiero confiar en la Providencia de Dios.

EFECTO ARRECIA EL RÍO DESBORDADO

NARRADORA El sacerdote tuvo que encaramarse en lo alto del campanario porque el nivel del río seguía subiendo.

EFECTO MOTOR QUE SE ACERCA

NARRADORA Y cuando el agua le llegaba a las rodillas, pasó un agente de policía a rescatarlo con una lancha de motor.

SACERDOTE Muchas gracias, agente. Es usted muy amable. Pero yo confío en Dios. Él nunca ha de fallarme.

CONTROLSICA RELIGIOSA

NARRADORA Cuando el sacerdote se ahogó y subió al cielo, lo primero que hizo fue quejarse ante la presencia de Dios.

SACERDOTE ¡Yo confiaba en ti!… ¿Por qué no hiciste nada para salvarme?

VOZ DE DIOS (CON ECO) Bueno… La verdad es que te envié tres botes… ¿no lo recuerdas?

BIBLIOGRAFÍA
Anthony De Mello, La Oración de la Rana 1, Sal Terrae, Santander 1988.