1.1.1 ENFOQUE DE GÉNERO EN LA COMUNICACIÓN

Radioclip en texto sin audio grabado.

Se llama así cuando en nuestro trabajo comunicacional señalamos las desigualdades entre hombres, mujeres y personas LGTBIQ, buscando cambiar los desequilibrios de poder entre los géneros teniendo como instrumento principal el lenguaje, entendiendo el lenguaje como las palabras, las imágenes y los símbolos con los que transmitimos los contenidos periodísticos.

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Comunicar con enfoque de género supone analizar cómo los hechos afectan de forma diferente y desigual a mujeres y personas de la diversidad sexual. Significa cuidar el lenguaje para que sean nombradas las mujeres en igualdad con los hombres, sin discriminaciones ni omisiones. Y que los mensajes estén libres de estereotipos y sexismo.

Pero no sólo hay desigualdades entre hombres y mujeres. En nuestros mensajes tendremos en cuenta las otras discriminaciones que se dan entre personas de la ciudad y del campo, entre blancas, mestizas e indígenas, mayores y menores, de distintos tonos de piel y origen, si tienen dinero o no, porque lo que buscamos como periodistas es una comunicación inclusiva, que todas las personas participen y sean tomadas en cuenta en igualdad de derechos y oportunidades.

¿Conoces algún medio de comunicación con enfoque de género?

 

CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD EN QUE VIVIMOS

Se fundamentan en:

Androcentrismo

Es la ideología que pone al varón como el centro de todo lo humano, como lo que vale más, que sabe más y que las mujeres y los niños y niñas les debemos obediencia. Esta palabra viene del idioma griego, andros, que significa hombre.

Patriarcado

Es el sistema que se basa en el pensamiento androcéntrico y atraviesa todas las dimensiones de la sociedad. Por eso, la historia, las ciencias, el arte, las tecnologías, las leyes, los Estados, la sexualidad, la economía, los medios de comunicación, la religión, todo está en manos de los varones.

El patriarcado viene del concepto pater familia, o sea, padre de familia. En la antigüedad era el patriarca, el dueño de su esposa, de otras mujeres concubinas, de sus hijos e hijas, de sus esclavos y esclavas que constituían su familia. Él tenía plenos derechos sobre sus vidas, hasta de intercambiarlas y venderlas. En ese entonces, el término familia significaba esclavitud, servidumbre. Ahora ya no es así, pero se le parece porque todavía el padre de familia sigue creyéndose el dueño de todo. Su familia es su propiedad, su patrimonio.

Este sistema patriarcal se aprende en la familia, la escuela, la comunidad, los medios de comunicación y las iglesias. Son los principales espacios de socialización. Ahí nos enseñan que ellos son superiores y que tenemos que obedecer.

Machismo

Tanto el pensamiento androcéntrico como el sistema patriarcal se expresan en los actitudes autoritarias y violentas de parte de los hombres hacia las mujeres y a las personas que consideran feminizadas. Como ellos son los dueños, pueden insultar, pegar y hasta matar a las mujeres y niñas, si estas no se someten.

“Antes los hombres eran el jefe de la casa, esperaban que les sirvan la mesa y la ‘chicha’ en la mano. Pero les dije ¡basta! De aquí en adelante vas a ayudar a la mujer a lavar ropa y cuidar al bebé, porque los dos lo hicieron y con su energía mutua crecerá muy fuerte” Jaeuneka Ushigua, mujer Sápara del Ecuador.1

Hay machismos evidentes, saltan a la vista: los insultos, engaños, violaciones, golpes, hasta el feminicidio. Y hay otros que casi no se ven y se dan en la vida cotidiana, los micromachismos, como revisarte el celular, controlar tu ropa, hacerte sentir menos delante de tus amistades, no responsabilizarse de las tareas domésticas “porque yo no sé”, en las escuelas donde las niñas usan faldas y los niños pantalones, piropos y canciones “mujer divina”, otros…


¿Puedes señalar otras formas de machismo y micromachismo que se dan en tu comunidad?

 

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BIBLIOGRAFÍA