LA RADIO: UNA ALIADA CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

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Los índices de violencia en el mundo siguen subiendo de manera alarmante. Aunque son cada vez más periodistas y medios que incluyen en sus agendas temas relacionados con la situación de las mujeres, su abordaje es aún una deuda pendiente. Su perspectiva sigue siendo masculina, reforzando estereotipos y naturalizando violencias contra las mujeres y personas LGBTI. Comunicadores y periodistas actúan desde parámetros e intereses masculinos del régimen patriarcal.

Hay dos formas en que la radio puede ser una aliada contra la violencia machista. Por una parte, incorporando mujeres en sus equipos de trabajo con el mismo reconocimiento que a los hombres, permitiendo y potencializando espacios para que se involucren en el área técnica y tecnológica. Y por otra parte, incorporando la perspectiva de género en sus discursos, en cada noticia, en los contenidos que transmiten en su programación y a través de sus redes.

La violencia machista ha tomado nuevas formas de propagarse, por lo que la radio debe ser una aliada desde una apuesta feminista que denuncie y transforme esa realidad.

Cómo hacer que la radio sea una aliada frente a la violencia machista:

1. Nombrar a la violencia con todas sus letras —incesto, femicidio, feminicidio, abuso sexual…—. La violencia contra las mujeres es un delito y no es natural. La violencia no es un asunto privado, de pareja, sino de interés público. Por tanto, nos incumbe como medios de comunicación.

2. No justificar al agresor llamando al feminicidio “crimen pasional” o planteando que quienes violentan están enfermos. Frecuentemente, los agresores son “hijos sanos del patriarcado”. No hay excusas para la violencia, no fueron los tragos, ni los celos.

3. Evitar revictimizar a quienes están en una situación de violencia (mujeres, familiares de víctimas de femicidio, de abuso sexual, de incesto…) formulando preguntas que expongan su seguridad o su estado emocional. La violencia hacia la mujer no es un asunto de espectáculo.

4. Mostrar el contexto. Todas las formas de violencia no son actos aislados, responden a una estructura patriarcal. Es necesario aportar criterios para que la violencia no sea vista como una situación privada.

5. Evitar mostrar la violencia de género solo en el espacio de judiciales. Los asesinatos a mujeres no son sucesos, son crímenes. Se llaman feminicidios. Y los asesinatos a las personas LGTBI, por serlo, se llaman crímenes de odio.

6. No responsabilizar a las mujeres de la violencia contra ellas. El protagonista de un crimen es el criminal, no la mujer. Por tanto, la noticia se referirá a él. Investigar los antecedentes del agresor puede mostrar una historia de violencia contra su pareja.

7. Cuidar la privacidad y seguridad de las mujeres y niñas agredidas. No dar el nombre, dirección o datos personales. Hablar de la situación sin exponer a la víctima.

8. No juzgar a las mujeres que han abortado. Es frecuente usar criterios morales para hablar de aquellas que han tomado esta decisión. Ninguna mujer se embaraza para abortar. Investiga e informa acerca de los embarazos forzados en tu ciudad y de las causas que llevan a una mujer a interrumpirlos.

9. Conocer el marco legal que penaliza los delitos contra las mujeres, niñas, adolescentes y comunidad LGTBI y difundirlo en tu medio de comunicación. Conocer los derechos que están garantizados y los que aún son una deuda social.*

10. Contar con voces diversas. Las fuentes de información deben incluir más mujeres que tengan una mirada crítica-feminista acerca de la violencia hacia las mujeres y personas LGBTI.