LAS TRES PRUEBAS DE UNA BRUJA

Las mujeres eran acusadas de pactos con el diablo. Pero la verdadera razón era quitarles sus bienes.

NARRADOR Hay una ciudad hermosa en Holanda, atravesada por un canal de agua, llamada Oudewater.

EFECTO AGUA

NARRADOR Cerca de la Plaza Mayor, en un antiguo edificio puede leerse:

VOZ (ECO) Balanza. Casa Pública de Pesadas.

MUJER ¿Sería para pesar el ganado?

NARRADOR No, señora.

MUJER ¿Para pesar quesos o cereales?

NARRADOR Tampoco. Para pesarlas a ustedes, las mujeres.

MUJER ¿A nosotras?

NARRADOR Sí, aquí traían a las mujeres acusadas de brujería y las pesaban en presencia del alcalde de la ciudad. En toda Europa había muchas balanzas parecidas a ésta…

CONTROLSICA MEDIEVAL

BRUJA (LLORANDO) Yo no he hecho nada…

INQUISIDOR Si no has hecho nada, nada tienes que temer.

BRUJA Pero, ¿de qué se me acusa?

INQUISIDOR Eso no te incumbe. Porque es Dios quien te va a juzgar.

NARRADOR Las mujeres acusadas de brujas eran curanderas, parteras, o tal vez un vecino las había denunciado para quedarse con sus propiedades.

MUJER ¿Y los jueces?

NARRADOR Los jueces eran frailes, los temibles inquisidores, especializados en “descubrir” si alguien había hecho un pacto con el diablo.

CONTROLSICA SUSPENSO

INQUSIDOR Hagamos las tres pruebas de rigor: fuego, agua y aire.

BRUJA Pero, ¿qué mal he cometido yo?

INQUISIDOR ¡Cállate, bruja!… Y ustedes, tráiganme un hierro caliente.

BRUJA No, no… (GRITOS)

EFECTO FUEGO CREPITA

NARRADOR La primera prueba consistía en aplicar un hierro al rojo vivo en el cuerpo de la acusada. En los brazos, en las piernas, en el pecho… Los inquisidores decían que si la mujer era bruja no se quemaría fácilmente.

MUJER ¿Y si se quemaba?

NARRADOR Si se le chamuscaba la carne, la enviaban a la segunda prueba, la del agua.

CONTROLSICA DE SUSPENSO

INQUISIDOR Amárrenla de pies y manos… ¡y arrójenla al canal!

BRUJA Por favor… (LLORA)

EFECTO AGUA

NARRADOR Los inquisidores decían que si la mujer flotaba era bruja.

MUJER ¿Y si se hundía?

NARRADOR Si se ahogaba, la enterraban como buena cristiana. Pero si lograba salir con vida…

CONTROLSICA DE SUSPENSE

INQUISIDOR ¡A la balanza, súbanla en la balanza!

NARRADOR La tercera prueba, la del aire, se hacía en la balanza pública. Los frailes aseguraban que las brujas pesaban muy poco porque montaban escobas y volaban. Si la mujer pesaba menos de cinco kilos era una bruja.

MUJER ¿Cinco kilos? Pero ni un perrito pesa tan poco…

NARRADOR Lo que pasa es que la balanza estaba trucada y cuando subían a la mujer, marcaba solamente dos kilos, tres kilos…

MUJER ¿Y entonces?

NARRADOR Entonces, la mandaban a la hoguera, la quemaban viva.

CONTROLSICA DRAMÁTICA

LOCUTORA Durante los siglos 15, 16, 17 y hasta el 18, funcionaron estas balanzas malditas, estos juicios criminales.

LOCUTOR Las mujeres eran acusadas de pactos con el diablo. Pero la verdadera razón era quitarles sus bienes, sus tierras.

LOCUTORA Quitarles también su dignidad. Durante los interrogatorios, las mujeres acusadas eran toqueteadas y violadas por los inquisidores.

LOCUTOR Algunos dicen que la cacería de brujas costó la vida a 60 mil mujeres.

LOCUTORA Otros investigadores hablan de 200 mil. O tal vez más, muchas más.

LOCUTOR Nadie sabe la cifra exacta porque los asesinos de la llamada “santa inquisición” no rindieron cuentas a nadie.

CONTROLSICA TRISTE

NARRADOR Y ahí está la balanza de Oudewater, en Holanda, como un mudo recuerdo de uno de los crímenes más horrendos cometidos contra las mujeres.

Las imágenes:

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