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LIBERTAD DE LECTURA

Radioclip en texto sin audio grabado.

La siniestra Acta Patriótica de Bush controla hasta los libros que lees.

LIBRETO

BIBLIOTECARIA Buenos días, mister. ¿En qué le puedo ayudar?

HOMBRE Verá, señorita, estoy buscando algo sobre la historia del Islam.

BIBLIOTECARIA (ASOMBRADA) ¿Del Islam?

HOMBRE Sí, algo sobre sus principios, su cultura… ¿me comprende?

BIBLIOTECARIA Claro que le comprendo. Venga por acá… Revise esta sección de la biblioteca… Y discúlpeme un segundo… quédese aquí, ya vuelvo…

EFECTO LLAMANDO POR TELÉFONO

SEÑORITA (MEDIA VOZ) Sí… le llamo de la Biblioteca Municipal del Bronx… Un señor un poco raro ha venido a pedir la historia del Islam… No, no tiene turbante en la cabeza pero se parece a esos terroristas que salen en la televisión…

CONTROL MÚSICA DE SUSPENSE

LOCUTOR Esta escena no sucedió en la antigua Unión Soviética. Ni durante la dictadura de Videla en Argentina. O la de Pinochet en Chile. Está ocurriendo hoy en Estados Unidos de Norteamérica.

LOCUTORA Los servicios secretos norteamericanos, el FBI, está autorizado para espiar bibliotecas y librerías.

LOCUTOR Gracias al Acta Patriótica, una siniestra ley aprobada después de los atentados del 11 de septiembre, el gobierno norteamericano tiene poderes absolutos para saber lo que todos sus ciudadanos y ciudadanas leen.

LOCUTORA Quien solicite un libro considerado sospechoso en una biblioteca pública o privada, corre el riesgo de tener a un agente del FBI tocando el timbre de su casa.

EFECTO DIN DON DE PUERTA

MUCHACHA Sí, dígame, ¿qué se le ofrece?

POLICÍA Policía federal. ¿Fue usted la persona que compró un libro de bioquímica?

MUCHACHA Bueno, sí, yo… ¿y qué problema hay?

POLICÍA Acompáñeme.

CONTROL MÚSICA DE SUSPENSE

LOCUTOR Con el objetivo de prevenir actividades terroristas, la cláusula 215 del Acta Patriótica da poderes al FBI para pedir a cualquier biblioteca o librería del país la lista de los libros que la gente solicita o compra.

LOCUTORA Ni los bibliotecarios ni los libreros pueden informar a sus clientes que la policía federal está investigando sus hábitos de lectura. Si lo hacen, pueden ir presos.

EFECTO DIN DON DE PUERTA

POLICÍA Me muestra los registros de los libros vendidos en esta librería, nombres, direcciones, teléfonos…

LOCUTORA Los empleados de la biblioteca Santa Cruz, en California, destruyen cada día los registros de sus clientes para no tener que entregar ninguna información al FBI.

LOCUTOR Otra biblioteca de Vermont advierte a sus usuarios:

BIBLIOTECARIA Los contenidos de sus correos electrónicos están siendo monitoreados por agentes federales. Sea precavido.

LOCUTOR Mientras tanto, el gobierno de Bush no parece demasiado preocupado por el grave atentado a la libertad de expresión que todo esto supone. Para su cacería de brujas, todo vale.

BIBLIOGRAFÍA

  • Marina Aizen, El Clarín, Buenos Aires, 9 abril 2003.
  • Imagen de: Pxfuel