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LOCUTORES DE CINCO ESTRELLAS (11)

Radioclip en texto sin audio grabado.

¿Quieres ser el locutor más exitoso? ¿Quieres ser la locutora más popular? Conoce a tu público. Entrégate a tu público.

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Competir, triunfar profesionalmente, estar en los primeros lugares del rating… ¿quién no ambiciona esto? Un locutor o una locutora no se resignan con ser escuchados por un grupito ni una élite. Su meta es la gran audiencia. El problema es que la popularidad no se decreta: ¡se conquista!

¿Cómo conquistarla? Lo primero, no imitando a nadie. Hay quienes malgastan su vida locutoril remedando ídolos, deslumbrados por los que ellos consideran estrellas del micrófono. ¿Lo serán tanto? En todo caso, deja a los monitos en la selva y busca tu estilo propio. No te sientas superior a ningún colega, pero tampoco inferior. Desarrolla tu personalidad. Apóyate en ti. Atrévete a ser diferente.

El estilo propio es una combinación armoniosa de las cualidades que cada uno y cada una tiene. Se consigue aprovechando al máximo sus aptitudes: voz, talento, temperamento, formación… Lo decisivo, sin embargo, es la actitud con que el locutor o la locutora se relacionan con su audiencia: ¿calidez?, ¿pedantería?, ¿desgano?, ¿entusiasmo?

La base para establecer una buena comunicación son las ganas de comunicarse. Porque ser locutor no es tener linda voz, ni siquiera tenerla educada. Ser locutor es sentir una pasión por dirigirse a los oyentes, por dialogar con ellos y ellas. Una pasión de hablar. Y una pasión aún mayor de escuchar. Antes que emisores, somos receptores. Y nuestro primer deber (es decir, primer placer) será siempre atender a los demás y aprender de ellos. Locutor y locutora se escribe con prefijo: interlocutor, interlocutora.

Alguien pensaría que la popularidad de un locutor se consigue, como el título de su oficio indica, hablando. Aquí ocurre, sin embargo, lo que en las relaciones interpersonales. ¿Qué amigo nos cae mejor? ¿Quien habla más? ¿O quien nos escucha más? Todo buen conversador sabe que lo más interesante para la gente es la gente misma. Por eso, si quieres ganar muchos amigos y amigas (en la vida, en la radio o en el ciberespacio) comienza interesándote por el otro, escuchando más que hablando.

¿Quieres ser el locutor más exitoso? Conoce a su público. ¿A qué hora se levantan las amas de casa, con qué música de fondo estudian los chicos, con qué velocidad de locución prefieren oír las noticias los vecinos? Aprende sus rutinas, sus horarios, el trasiego de su jornada. Y acompaña esa jornada desde la cabina de locución. No es lo mismo abrir un micrófono de mañana que a medianoche. Un joven tiene una actitud de escucha muy diferente si es lunes o si es sábado. El reloj y el almanaque marcan el paso. Se trata de hacer bailar la programación al ritmo de la vida cotidiana.

¿Quieres ser la locutora más popular, el locutor más exitoso? Entrégate a tu público, siéntelo como amigos y amigas, presiéntelo como familia, haz tuyos los gustos y los intereses de las mayorías. Cuando un locutor se identifica con los oyentes, los oyentes se identifican con él. Cuando una locutora va al encuentro de la gente, su palabra se multiplica, germina.

Así son los locutores y locutoras de cinco estrellas. Así eres tú.


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BIBLIOGRAFÍA