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LOS AGRINGADOS (6)

Radioclip en texto sin audio grabado.

¿Someone like me?… ¡I don´t believe!

A estos broders les gusta todo lo que viene de afuera, especialmente de United States.

Para ellos, ser joven es parecerse al último rockero del norte. Se aprendieron unas palabritas en inglés y ya se sienten cool, ya hablan de fade in y feed back, ya sólo quieren comer hamburguesas con mucha mayonesa.

Alienados y alienadas que se pasan el día chequeando emisoras gringas para copiar el estilo de aquellos DJ. Imitándolos, aprendieron a ser sensacionalistas para leer las noticias, gritones para presentar un disco, frívolas para un comentario político.

No invites a los agringados a un festival de música campesina. Eso no tiene feeling. Ni a una peña latinoamericana. Está out. Quieren algo más heavy. Quieren música en inglés. Música en inglés en la discoteca, en la casa y cuando van con su mp3 por la calle. Y en la emisora, of course, si les dejaran las manos libres, sólo lanzarían música en inglés.

DIÁLOGO ENTRE UN AGRINGADO Y UNA LATINA

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¿Y cuál es el problema, baby? Esa es la music que le gusta a la juventud, al público, la que te pone a volar.
¿La que le gusta al público… o la que te gusta a ti?
No, my love, ésa es la que pide la gente, el people.
¿La gente o las cuatro amiguitas tuyas que siempre te llaman a la misma hora para pedirte las mismas canciones?
No, no, I promise que la gente la pide…
Claro, la gente pide hoy lo que le han dado ayer. Si en tu programa sólo pasas música gringa, la gente te pedirá música gringa.
¿Y qué propones tú, darling? ¿Una flautita del altiplano para el happy program juvenil, please? (TARAREA).
Ponles salsa y merengue y cumbia y vallenatos y samba y rock latino… ¡haz la prueba y verás la diferencia. En la variedad está el gusto.

Los gustos musicales, como las modas, son fabricados por las empresas discográficas. Ellas imponen lo que es “moderno”, lo que le tiene que gustar a la juventud. Ellas inventan los hit parades en sus agencias de publicidad. Ellas hunden o promocionan a un artista según las leyes del mercado. Ellas llaman “música internacional” a los discos que ellas venden.

Y con la música viene la lengua y las costumbres y la forma de ver el mundo y el “pensamiento único”. Es decir, el pensamiento del imperio norteamericano.

Es, pues, un problema de soberanía musical. No se trata de eliminar la música en inglés de nuestra programación, sino de balancearla con otros ritmos. Que en nuestras radios se escuchen canciones en todos los idiomas, incluyendo las lenguas indígenas. Música de todos los continentes, incluyendo África. Discos prioritariamente nacionales y latinoamericanos, porque el desafío es afirmar nuestra identidad cultural.

¿Y qué hacemos con los locutores y locutoras agringados? Darles este sabio consejo: Los monos son los que imitan. Busca tu propio estilo, tu camino profesional. La mejor locutora, el mejor locutor, es quien se parece a sí mismo.


¿Tienes agringados en tu emisora? ¿O tal vez tú mismo estás soñando “in english”?


BIBLIOGRAFÍA

  • Locución en la radio popular, ALER, Quito 1991.