LOS NIVELES DE LA NOTICIA

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Cinco niveles para el tratamiento de las informaciones.

Todos los días, en nuestras salas de prensa, nos enfrentamos con un gran flujo de informaciones. Con ellas, armamos los boletines y el noticiero.

Pero no todas las informaciones tienen el mismo peso ni la misma complejidad. Por tanto, no todas requieren el mismo tratamiento. Veamos, al menos, cinco niveles de exigencia antes de sacar al aire las noticias.

DIFUNDIR

Hay noticias que podemos difundirlas sin mayores problemas. Por ejemplo, una carretera que se inaugura. O la compra de nuevos equipos hospitalarios. O los resultados deportivos. Se dan los datos clásicos de la nota (qué, quién, cuándo, dónde y cómo) y listo.

VERIFICAR

Hay noticias que requieren más verificación. Por ejemplo, los efectos de una devastadora tormenta tropical. Como periodistas, como buenos comunicadores, no podemos crear pánico en la audiencia ni decir que han muerto cien personas sin tener seguridad de esa cifra. Hay que confirmar los datos y no dejarnos llevar por el sensacionalismo ni por esa enfermedad llamada “ganar la primicia”.

CONTRASTAR

Hay noticias que demandan no solamente la verificación de los datos sino el contraste de las fuentes. Por ejemplo, los trabajadores de tal empresa se van a la huelga. Conviene conocer las razones de ellos, los huelguistas, y también contrastar sus reclamos con lo que dicen los directivos de la empresa. Aquí no vale decir que somos “populares” y, por tanto, siempre damos la razón a los sectores populares. En nuestros informativos deben escucharse la dos campanas, las diferentes versiones de un hecho. Y esto no por una falsa imparcialidad, sino por un buen periodismo.

INVESTIGAR

Hay noticias oscuras, confusas, que requieren no solamente verificación y contraste de fuentes, sino también investigación. Supongamos que denuncian la corrupción de un funcionario público y nos dan las pruebas. Aún teniéndolas, no podemos sacar esa información al aire sin reconfirmar los datos, sin asesorarnos mejor, sin medir las consecuencias. Una información delicada nos obliga a investigar un poco más o a apoyarnos en investigaciones serias hechas por otros colegas. Éstos pueden pedirnos confidencialidad cuando saquemos la información.

TOMAR POSICIÓN

Hay noticias que se informan, se verifican, se contrastan y se investigan. Y además de esto, exigen una toma de posición de la emisora. Por ejemplo, la reciente invasión de Israel contra Gaza. Lo ocurrido es un atropello tan evidente a los derechos humanos que no basta con informar la cantidad de cohetes y de bombas arrojadas de una parte y de otra. No basta decir que “continúa el conflicto entre Israel y los palestinos”. Una emisora ciudadana, un medio de comunicación con sensibilidad social, tomará posición a favor de los agredidos (la población de Gaza) y en contra de los agresores (el gobierno de Israel). Esta toma de posición no tiene que incluirse en la noticia. Podemos hacer un comentario posterior a la información. O dedicar el editorial del día a analizar la situación y a expresar nuestra solidaridad con Palestina. Aquí no valen las falsas imparcialidades. Hay que jugarse a favor de las víctimas y en contra de los verdugos.

La sabiduría de nuestros equipos de prensa permitirá ubicar las noticias en el nivel informativo que mejor corresponda.

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