LULA, EL INCONCILIABLE
¿Qué relación hay entre el odio de una parte de los brasileños contra el mayor líder popular de la historia reciente y la fractura del proyecto de conciliación que representó durante los años que ocupó el poder? Un artículo de Eliane Brum en Línea de Fuego.
Recuerdo dos escenas de la conciliación que Lula promovió en Brasil durante la primera década del siglo.
En la primera, que sucedió durante la campaña presidencial de 2002, solo había 3 tres testigos. Uno de ellos soy yo. Es una escena pequeña, pero siempre fue una enormidad para mí, porque no creo ni en dios ni en el diablo, pero creo que ambos viven en los detalles.
Estaba entrevistando a una mujer de la élite de São Paulo que salía con uno de los principales industriales del país. Juntos, fueron decisivos para que Lula conversara con una parte de la élite, aquella con la que se podía conversar, y tejiera un apoyo fundamental para la victoria del Partido de los Trabajadores (PT) en 2002, tras tres derrotas consecutivas. Apoyo que se concretó en la “Carta al Pueblo Brasileño”, en la que Lula se comprometió no con el pueblo, sino con el mercado, a mantener las principales líneas de la política económica.
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Imagen: Lula sale de su sindicato en Sao Bernardo do Campo, este sábado. REUTERS / Línea de Fuego