2 AMAZONÍA LIBRE DE VIOLENCIAS

Radioclip en texto sin audio grabado.

Si en el primer módulo hablamos de la violencia contra las mujeres, en este segundo trataremos de las violencias contra la Madre Tierra, la Pachamama. Recordemos que en las constituciones de Bolivia y Ecuador se establecen los derechos de la Naturaleza. Sin embargo, ni ésos ni ningún país amazónico los respeta. Es más, hay una agresión continua y salvaje al medio ambiente y a los pueblos originarios. Repasemos los conceptos más escuchados y que en nuestro trabajo comunicacional tenemos que tratar.

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2.1. LA PANAMAZONÍA

La Cuenca del Amazonas se extiende por casi 8 millones de kilómetros cuadrados, conectando a nueve países: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa. A este conjunto de países se denomina PanAmazonía.

En este territorio inmenso vive una cuarta parte de las especies de la Tierra: 30 mil tipos de plantas, 2,500 especies de peces, 1,500 de aves, 500 de mamíferos, 550 de reptiles y 2 millones y medio de insectos. Y se siguen encontrando nuevas especies. En los últimos 20 años se han descubierto 2,200 nuevas especies de plantas y vertebrados.

El río Amazonas es el más grande y caudaloso del mundo. Desde su nacimiento hasta la desembocadura en el océano Atlántico mide 6 ,992 kilómetros. Este río-mar y sus afluentes proporcionan el 20% del agua dulce no congelada de la Tierra.

La Amazonía ha estado habitada desde hace 12 mil años y hoy cuenta con 34 millones de personas, de las cuales dos tercios viven en ciudades. Casi 3 millones de ellas integran 420 poblaciones indígenas, 140 viven en aislamiento voluntario.[1] En la PanAmazonía se hablan 300 idiomas diferentes.

EXTRACTIVISMO

Hablamos de extractivismo cuando nos referimos a aquellas actividades que remueven grandes volúmenes de recursos naturales. En general, estos no son procesados en el país (o que lo son limitadamente), sino que se producen para la exportación. El extractivismo no se limita a los minerales metálicos y no metálicos o al petróleo. Hay también extractivismo agrario, forestal, pesquero, carbón, gas natural, soya, caña de azúcar, palma aceitera, carne, ecoturismo, etc.[2]

La política económica del extractivismo expone un modelo de acumulación (aumento de capital, dinero, maquinarias, etc. a través de la explotación y la pobreza de los trabajadores) basado en el despojo de territorios, cultura y formas de vivir, y asesinatos. También contamina el suelo y el agua afectando la salud, entre otros desastres. Todas esas violaciones han incrementado las rebeliones indígenas, a pesar de la existencia de convenios internacionales, como es The International Labour Organization – Convención 169; la Declaración de Garantías de Derechos Pre-existentes de la OEA, y la Declaración de Derechos de las Comunidades Indígenas de las Naciones Unidas.

El economista ecuatoriano Alberto Acosta lo llama la maldición de la abundancia. Y dice que la pobreza de nuestros países está relacionada con la existencia de una gran riqueza en recursos naturales, más todavía si ese país tiene minerales, petróleo y gas natural.

La PanAmazonía tiene enormes riquezas en biodiversidad, minerales y petróleo. Su gran extensión atrae a las empresas, que junto con los gobiernos de turno explotan esas riquezas. En el capitalismo la riqueza se mide en el Producto Bruto Interno (PBI)[3] y no se cuentan los desastres que ocasionan en territorio, fauna, flora, y a los pueblos originarios y urbanos.

Cuando hablamos de extractivismo decimos también que nuestros países son primario-exportadores. Esto quiere decir que las riquezas se extraen y se exportan al exterior tal cual se sacan de la Naturaleza, porque no hay industrias que procesen esos productos. Esa modalidad impide que las materias primas tengan mayor valor (valor agregado) lo que resultaría mayor ganancia para el país.

También se habla de los enclaves. Estos son los lugares, donde las empresas extractivas se ubican, donde no hay derechos para los trabajadores o moradores cercanos. Por ejemplo, en los campamentos petroleros y mineros, los pueblos cercanos no reciben ningún beneficio. Incluso deben tener permiso o pases para poder ingresar al lugar que antes era libre. Los territorios son concesionados por los gobiernos sin consultar a los pueblos, a pesar de haber firmado el Acuerdo 169 de la OIT[4], ignorando que la Amazonía pertenece a sus habitantes originarios, los que muchas veces tienen que migrar a la fuerza.

¿Por qué es importante la consulta previa para los pueblos indígenas?

¿Por qué la Amazonía es tan importante para el mundo?

¿Qué formas de extractivismo se dan en nuestra PanAmazonía?

Además de la explotación petrolera y minera, se consideran también actividades extractivas a la tala de árboles, ganadería extensiva, siembra de monocultivos como la palma aceitera, cacao, café, caña de azúcar, soja o soya, coca. Estas ocupan grandes extensiones de territorio y cuando las dejan, quedan tierras infértiles donde no se puede volver a sembrar; animales y plantas sin su hábitat donde vivir; poblaciones indígenas desplazadas.

Pero el extractivismo también tiene otras consecuencias tales como el sicariato (aparece en los lugares de extracción de oro en minería aluvial, ilegal, por ejemplo en los departamentos de Madre de Dios y Loreto en el Perú), se instalan cantinas, prolifera la trata de niñas y mujeres para la prostitución, aumenta la violencia contra las mujeres, los hombres ya no quieren sembrar por ganar dinero fácil de la extracción, las aguas y peces están envenenados, la gente se enferma con comezones, chupos y granos, incluso con cáncer.

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¿Tu comunidad ha sufrido las consecuencias del extractivismo? ¡Cuéntanos!

 

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BIBLIOGRAFÍA