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PASOS PARA ARMAR LA PROGRAMACIÓN (5)

Radioclip en texto sin audio grabado.

Un programa nuevo es como un recién nacido. Hay que acompañarlo en sus primeros meses hasta que camine solo.

Ya definiste el perfil de tu programación y de los públicos que quieres priorizar. Ya hiciste un buen diagnóstico del contexto, de tus recursos humanos y técnicos, y de la emisoras de la competencia que vas a enfrentar.

Ahora es el momento más creativo. Hay que inventar, diseñar y distribuir los diferentes espacios a lo largo de la programación. Hay que armar la “parrilla” o “barra” de programas sobre las 24 horas del día y sobre los siete días de la semana.

Para cada programa (por lo menos) debes especificar estos datos:

  • Nombre del programa:
  • Público al que se dirige:
  • Duración:
  • Periodicidad:
  • Animadores/conductores:
  • Responsables de producción:
  • Ejes temáticos:
  • Formatos y recursos radiofónicos:
  • Musicalización:
  • Modos de participación del público:
  • Diseño general del programa:
  • Mecanismos de evaluación:

¿Cuál es la mejor periodicidad para un programa? Digamos que la radio es cíclica, como la vida. Vuelve y vuelve, no se detiene. Por esta razón, la periodicidad óptima es la diaria, de lunes a viernes, porque crea hábito. Los programas sueltos o incluso interdiarios, o dos veces por semana, no dan mucho resultado.

Los programas de fin de semana sí pueden captar mucha audiencia. Como sábados y domingos son jornadas de descanso y deportes, la programación también se relaja y hace más festiva.

Una vez armados los programas de la semana ya tienes la programación regular. Durante el año, diseñarás programaciones especiales según las fiestas u otras ocasiones.

No hay que sacar todos los programas nuevos al mismo tiempo. Sería una locura. Ve poco a poco, lanza uno, lo evalúas y ajustas, lanza otro, y así. El resto del tiempo, hasta que tengas consolidado los principales espacios, lo llenas con música.

Un programa nuevo es como un recién nacido. Hay que acompañarlo en sus primeros meses hasta que camine solo. ¿Cómo va gustando, qué reacciones provoca, cuánto participa la gente, qué relación establecen los conductores con el público? Quien tenga la responsabilidad de la programación deberá monitorear permanentemente el nuevo espacio y no dejarse guiar por dos o tres llamaditas alentadoras. Si el programa es bueno, puede ser mejor. Si es mejor, puede ser lo máximo.

Un último consejo. La audiencia no es tan estable como quisiéramos: se cansa, se aburre, se deja seducir por otras radios. También la creatividad de nuestros productores y productoras se desgasta y va perdiendo el impulso inicial. Así pues, cada cierto tiempo —una vez al año, al menos— haz un sondeo de audiencia para conocer cómo está llegando tu radio al público que pretende alcanzar. Para esto, te servirán las encuestas, las entrevistas en profundidad y los focus group.

Buena suerte… ¡y las mejores energías para tu nueva programación!