PROBANDO, PROBANDO (4)

Radioclip en texto sin audio grabado.

Buenos usos y costumbres para trabajar con micrófonos.

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Concluimos esta serie dedicada a los micrófonos con la segunda parte del Decálogo del Micrófono. ¿Ya leíste la primera?..

Decálogo del Micrófono.

6 – Ubicación

Los micrófonos tienen que estar en su soporte. Reciben el nombre de pedestales, parales o trípodes.

Los hay pequeños para las mesas del estudio o de pie para la cabina de producción.

Teniendo el micrófono en su lugar hay menos posibilidades de que se caiga, se mueva y capte mal el sonido o que haga ruidos extraños.

El caso de los reporteros y reporteras es distinto. Si acuden a una rueda de prensa pueden ir cargados con un pequeño soporte de sobremesa. Pero en la calle es complicado llevar el micrófono en un trípode, a no ser que usemos uno de jirafa (esos que se usan en las películas y que se colocan sobre la cabeza de los actores).

En el caso de tenerlo que sostener con las manos, se hace con suavidad, sin moverlo en exceso.

Un buen truco es hacerle una amplia doblez en el cable, agarrando esa parte junto al micrófono. De esta manera evitaremos tirones del cable que puedan meter ruidos en las grabaciones y dañar el conector del micrófono.

7 – Accesorios

En el trabajo de calle siempre hay que colocar en el micrófono un filtro anti-viento. Son espumas protectoras que evitan que los silbidos producidos por el viento o por el propio entrevistado a la hora de hablar se cuelen en la grabación.

En el estudio, en vez de las espumas, es mejor colocar delante de los micrófonos filtros anti-pop. Sirven para eliminar los golpes o soplidos que se producen al pronunciar las p, las b o las t.

Este accesorio es bastante costoso pero con una media panty de nylon y un trozo de madera puedes hacerte uno. En esta página te lo muestran paso a paso.

8 – Interferencias

Nunca los cables de micrófono deben estar junto a los cables de la corriente eléctrica. Estos siempre generan un campo magnético que interfiere en la señal captada por el micrófono.

Tampoco es aconsejable hacer cables muy largos, ya que son más vulnerables a las interferencias.

El uso de inalámbricos es otra fuente de ruidos. Por eso, siempre que puedas utilizar una conexión por cable en vez de una inalámbrica… ¡úsala!

9 – Acoples

El acople se produce cuando al hablar por un micrófono el sonido sale por un altavoz cercano y vuelve a ingresar en el micrófono de nuevo. Esto provoca un incómodo pitido que puede llegar a dañar el altavoz y nuestros oídos.

Como norma, nunca se debe hablar delante de los parlantes, cornetas o altavoces.

Hay emisoras que tienen parlantes para monitorear la señal dentro de la cabina de locución, pero hay que estar seguros de apagarlas cuando el locutor o locutora van a hablar.

10 – Mantenimiento

Los micrófonos también se limpian. Que sean equipos delicados no significa que de vez en cuando no les podamos dar una lavadita.

Las espumas antiviento recogen mucha saliva y después de semanas empezarán a oler feo. Se pueden enjuagar con un jabón suave de manos y agua. Asegúrate que estén bien secas antes de ponerlas nuevamente en el micrófono.

Los micrófonos que tienen rejilla desmontable facilitan el lavado. Los que la tienen fija se limpian boca abajo para que el agua no penetre. Nos podemos ayudar con un cepillo de dientes de cerdas suaves y un poco de agua. Se cepillan muy suavemente y después se dejan secar, pero no al sol directo.

Por último, es conveniente guardar los micrófonos en sus cajas cuando no se usan. Sobre todo, los de diafragma y condensador ya que son muy sensibles a la humedad.

Con estos pequeños cuidados y consejos alargarás la vida de este fiel compañero de la radio, ¡el micrófono!

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BIBLIOGRAFÍA