RADIOS UNIVERSITARIAS (1)
Sólo 1 de cada 100 emisoras de América Latina y El Caribe es universitaria. Un porcentaje escandalosamente bajo.
Por lo general, cuando preguntan por los tipos de emisoras o medios que existen la respuesta es siempre la misma: comerciales, públicos y comunitarios. Casi nunca nombramos a las radios o televisoras universitarias.
Si el medio pertenece a una universidad pública, lo clasificamos como medio público. Y si es propiedad de una universidad privada, sería medio comercial.
Es difícil saber cuántas emisoras universitarias existen. Según el “Mapa de Radios” en la región hay 25.144 emisoras de la cuales 6.892 son de AM y 13.394 en FM (1).
Entre todas ellas, hay 188 de universidades de Argentina, Colombia, México y Chile, que conforman la Red de Radio Universitaria de Latinoamérica y El Caribe (RRULAC). Si sumamos las que están por fuera de esta red, en total no deben superar las 300.
Es decir, que sólo 1 de cada 100 emisoras de América Latina y El Caribe es universitaria. Un porcentaje escandalosamente bajo.
Quizás, esta falta de medios en las universidades se debe a la falta de políticas públicas que exijan su creación. Actualmente, sólo la ley Ley de Servicios Comunicación Audiovisual de Argentina recoge artículos específicos para los medios universitarios públicos, como la reserva de una frecuencia de radio y otra de televisión para cada sede central de universidades nacionales (art.89).
Les permite, además, vender publicidad para financiarse (art.146) y define claramente su misión debiendo difundir en sus programaciones “el conocimiento científico, a la extensión universitaria y la creación y experimentación artística y cultural, con un mínimo del 60% de producción propia” (art.148).
Casualmente, en Argentina, en 1924, en la Universidad Nacional de la Plata, se fundó la primera emisora universitaria del mundo, revisa el enlace.
Quizás, otro de los motivos de la escasez de estos medios sea el elitismo con el que nacieron. Fueron emisoras concebidas para “apoyar la cultura, la orientación, la enseñanza y la difusión de la investigación científica y humanística; promueven la cultura y la historia universal, sobre todo la música de alto valor estético y folklórico”(2). Con estas programaciones, la mayoría de veces no muy divertidas, las audiencias son escasas y, en su mayoría, son personas de la tercera edad, pero nunca los jóvenes que asisten a las universidades.
Jóvenes a los que en algunas radios universitarias se les niega aún el acceso a la cabina, con la excusa de que los profesores son los únicos que pueden hacer “buena radio”.
Este próximo martes 2 de Octubre se celebra el Día Mundial de la Radio Universitaria. Quizás sea un buen momento para reflexionar cómo deberían ser las emisoras universitarias en este siglo. Pero eso lo dejamos para el próximo radioclip.
(1) Estudio Mapa de Radios elaborado por el radialistas colombiano Tito Ballesteros.
(2) Vilar, Josefina y Candela, Sixto. El Sonido de la radio. Ensayo teórico y práctico sobre producción radiofónica. UAM-X, IMER, y Plaza-Janés, México, 1988.
BIBLIOGRAFÍA