SIEMPRE LOS MISMOS…

Radioclip en texto sin audio grabado.

Mi programa es muy participativo… llama Pedro, Martina y Ricardito.

Érase una vez una emisora con vocación ciudadana que quiso abrir sus micrófonos para ser más participativa. Y los abrió.

En el noticiero, comenzaron a llamar algunos oyentes. Llamó Pedro, que quería hablar contra el gobierno por el alto costo de la vida. Llamó Martina, que opinó sobre la dura situación de las desempleadas. Llamó Ricardito, que acusó a un diputado de corrupción.

Al día siguiente, el periodista que conducía el noticiero comenzó a leer sus noticias y sonó el teléfono. Era Pedro, que quería hablar más sobre el alto costo de la vida. Habló y siguió hablando como cinco minutos. Después de él, entró la llamada de Martina para abundar sobre las desempleadas. Otros cinco minutos. Y también llamó Ricardito, ampliando la acusación contra el diputado. Cinco minutos más.

A estos tres se sumaron otros tres y tres más. Eran nueve oyentes que llamaban todos los días interrumpiendo el noticiero.

—¿Y qué puedo hacer yo? —preguntaba el periodista—. Somos democráticos, somos ppopulares, somos…
—Lo que somos es pendejos –le interrrumpió otro colega.
—Pero si llaman hay que responder… Sería una falta de respeto…
—Por “respetar” a 9… aburres a 999 que están hartos de oír las mismas llamadas de la misma gente todos los días.
—¿Y qué puedo hacer? —el periodista estaba angustiado.
—Muy fácil. La primera medida es que a partir de ahora las participaciones de los oyentes, salvo casos especiales que tú mismo decidas, se limitarán a un minuto. Eso lo avisas por la radio para que la audiencia esté enterada.
—¿Y si siguen hablando después del minuto?
—Agradeces y cierras el micrófono.
—¿Y qué hago con Pedrito, Martina, Ricardito…?
—Por el teléfono interno, averiguas quién llama. Si son los mismos de siempre, les dices que no les puedes sacar al aire porque tienes otras muchas llamadas esperando.
—¿Y si se molestan?
—Doble trabajo para ellos. Molestarse y desmolestarse.

No dejes que un grupito secuestre tu informativo. O tu radiorevista. O tu espacio musical. Queremos muchas llamadas pero de diferentes oyentes. Porque la emisora debe ser amplia y pluralista. Queremos mucha participación pero con intervenciones cortas. Para no perder el ritmo. Y queremos que dejen de llamar los mismos de siempre… ¡para que otras y otros oyentes se animen a llamar!

¿Pasa algo semejante en tu programa? ¡Cuéntanos!

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