¿SOY SEXISTA SIN SABERLO?

Radioclip en texto sin audio grabado.

Revisa tus libretos y descubre tu “sexismo lingüístico”.

Hay quien dice que “eres lo que hablas”. Si lo que dices, si lo que escribes, si lo que cantas y cuentas discrimina o excluye a las mujeres… eres un sexista.

Para ir cambiando nuestro lenguaje cotidiano y mediático, muchas veces sexista, sugerimos algunas reglas.

Por ejemplo, usa la palabra “varón” en lugar de “hombre”. Así nos referimos claramente a la persona de género masculino.

SE DICE
Los derechos de los hombres latinoamericanos.

SE DEBE DECIR
Los derechos de los varones y las mujeres de América Latina.

Cuando usamos el género gramatical masculino como genérico para referirnos tanto a varones como a mujeres volvemos invisibles a las segundas.

SE DICE
Todos los ciudadanos tienen derecho a votar en las elecciones.

SE DEBE DECIR
Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a votar en las elecciones.

O también:
Todas las personas tienen derecho a votar en las elecciones.

SE DICE
Los jubilados de Ecuador protestaron por el abandono del Estado.

SE DEBE DECIR
Las jubiladas y los jubilados de Ecuador…

O también:
Las personas adultas mayores de Ecuador…

¿Se hacen más largas las frases? ¿Se pierde tiempo? ¿Y qué importa eso? Un segundo más de tiempo, una gota más de saliva bien vale la pena para alcanzar un lenguaje respetuoso y equitativo para hombres y mujeres.

Cuanto más conscientes nos hagamos de los términos sexistas que utilizamos y de la ideología patriarcal que transmitimos, más pronto iremos cambiando. No es sólo un asunto sólo de palabras. Estas son las formas que arropan lo que tenemos en nuestra mente, en nuestro bagaje cultural.

Image by Nino Carè from Pixabay