Las palabras no son suficientes, hay que cambiar el sexismo social
uando escuchamos la radio o miramos la televisión, nos sorprende que tanto locutores y presentadoras utilicen los artículos “los” y “las” para saludar a su audiencia: “queridas amigas y amigos”, “las chicas y los chicos”. Decirlo parece una moda porque inmediatamente, en el programa musical, suena un reggaeton cargado de frases machistas, muchas veces ofensivos para esas “queridas amigas”. O la noticia sobre la manifestación estudiantil por la gratuidad de la enseñanza se presenta como si sólo se hubieran movilizado los varones. Y luego, en las entrevistas políticas, los señores entrevistados son todos del sexo masculino.
¿Bastará cambiar las palabras para que nuestro lenguaje sea inclusivo, no sexista?
Las palabras que usamos son importantísimas, recuerden que lo que no se nombra no existe, que las palabras dan forma al mundo, que con las palabras calificas o descalificas a las personas y a los hechos.
Por tanto, si bien hay que tener cuidado en la redacción periodística y en todos nuestros mensajes comunicativos, debemos ir más allá, cuidar el sexismo social, el fondo, el contenido.
¿Cómo hacerlo?
-Redacción de noticias. Fíjate cómo los hechos afectan a las mujeres y a los varones. Si escribes sobre la propiedad de la tierra, ¿sabes cuántas campesinas son dueñas de la tierra que trabajan? ¿Cómo ellas acceden a los créditos? Incluirlas enriquece tu nota y amplia tu visión del mundo y la de tu audiencia.
-Planificación de entrevistas. Cuida que a quienes entrevistas no sean solamente varones. Haz un directorio incluyendo mujeres y sorprenderás a tu audiencia con voces y miradas diversas. Y habrás aportado a cambiar el sexismo de fondo.
-Datos de apoyo. Cada vez hay más estadísticas diferenciadas por género sobre casi todas las actividades humanas. Si las incorporas tu información será más completa e integral. La humanidad está conformada por hombres y mujeres, de igual a igual.
-Encuestas y sondeos de opinión. Que no hablen sólo varones, te quedarás con la mitad de la verdad. ¿Qué saben las mujeres de economía? Muchísimo, en la teoría y en la práctica, ya que la viven día a día.
-Variedad de temas y fuentes. En la variedad está el gusto, dicen. ¿Quiénes son los protagonistas de tus reportajes? ¿Y las protagonistas? ¿Cuáles son tus temas? No olvides que el feminicidio, los derechos sexuales y derechos reproductivos, y los temas que se consideran de mujeres son también de los varones.
-Poner en práctica estas sugerencias no es muy fácil. Al principio, cuesta un poco. Luego, no podrás escribir sin tenerlas en cuenta. Sólo hay dos cosas irreversibles, dice la escritora Rosa Montero: la muerte y el conocimiento. Y por ahí tenemos que apuntar, al conocimiento que hace cambiar el mundo.
*INTERACTÍVATE*
Revisa tus libretos, descubre tu sexismo social, investiga y cambia.
Muy bueno, lamentablemente hay países como Chile que se pasa para el otro extremo y se denomina «discriminación positiva». Creo que ni si quiera este artículo era que existiera ya que somos todos iguales. Felicitaciones desde Chile, un país dormido.
Miguel Diaz, IQUIQUE CHILE.
¡Qué bien! cómo me reconforta que se este haciendo esa lucha. Desde aquí, desde la república bolivariana de Venezuela, en nuestra constitución las mujeres hemos sido visibilizadas y estamos empeñadas y empeñados en que sobre todo a las mujeres se nos visibilice en cada espacio. Gracias, de esta manera será más difundida nuestra lucha pues estamos empeñadas desde los colectivos femeninos que nuestra revolución sea una revolución feminista.
Fanny Sandoval, BARQUISIMETO REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
Fany aquí en Venezuela se abusa de eso, todo lo quieren separar de hombres y mujeres. Se dice mucho: niños, niñas, adolescentes y lo que falta es que digan adolescentas; y todo lo quieren dividir como tu revolución. El género gramatical es algo que existe y se puede usar perfectamente y eso no es exclusión. Los ejemplos que aquí dieron son muestras de como ser incluyentes sin recurrir a frases desgastadas como mencionaste estamos empeñadas y empeñados. Lee bien el artículo que es lo que se quiere evitar.
Enrique Lozano, VENEZUELA.