EN LA CUERDA FLOJA

Basta que una persona confíe en ti… ¡y lo harás!

NARRADORA En una gran ciudad se construyeron dos rascacielos impresionantemente altos, a treinta metros de distancia uno del otro.

EFECTO MURMULLOS

NARRADORA Un arriesgado equilibrista tendió una cuerda en lo más alto de los edificios para cruzar de un lado al otro. La gente, muy nerviosa, se fue agrupando para observarlo.

EFECTO MURMULLOS

NARRADORA Entonces, el equilibrista se dirigió a la multitud y preguntó:

EQUILIBRISTA ¡Amigos y amigas!… Cruzaré por la cuerda, sí… pero necesito que crean en mí, que tengan confianza que lo voy a lograr.

NARRADORA Entre los presentes, se veían rostros preocupados, angustiados. Al final, todos dijeron:

BLICO ¡Claro que sí, tú puedes, confiamos en ti!

NARRADORA El viento golpeaba el rostro de los presentes, mientras el equilibrista, ayudándose de una larguísima vara, comenzó a caminar lentamente sobre la cuerda para pasar de un edificio al otro… Y finalmente…

EFECTO APLAUSOS

NARRADORA … lo logró. La multitud estaba emocionada contemplando su hazaña. Nuevamente, el arriesgado equilibrista se dirigió al público:

EQUILIBRISTA Ahora… voy a pasar por segunda vez…

TODOS MURMULLOS

EQUILIBRISTA ¡pero sin la ayuda de la vara!

TODOS MURMULLOS

EQUILIBRISTA Por eso, necesito mucho más que antes la confianza de ustedes, su fe en mí.

BLICO ¡Claro que sí, tú puedes, confiamos en ti!

CONTROLSICA SUSPENSE

NARRADORA El equilibrista inició, paso a paso, su travesía por la cuerda. La multitud estaba muda de asombro hasta que…

EFECTO APLAUSOS Y GRITOS DE EMOCIÓN

NARRADORA … nuevamente lo logró. Entonces, el equilibrista, con una mirada desafiante, volvió a hablar:

EQUILIBRISTA Amigas, amigos: cruzaré por última vez, pero ahora… ¡llevando una carretilla sobre la cuerda!

TODOS MURMULLOS

EQUILIBRISTA Necesito más que nunca que confíen en mí… Basta que una persona, una sola, confíe en mí… ¡y lo lograré!

NARRADORA El silencio era sepulcral. De pronto, se oyó a una joven gritar en medio de la multitud:

JOVEN ¡Yo creo en tí!… ¡Tú puedes, tú puedes, hazlo!

NARADORA El equilibrista, desde lo alto del edificio, miró fijamente a la joven y para certificar su confianza la retó:

EQUILIBRISTA Si de veras confías en mí, ven… ven y súbete a la carretilla.

CONTROL GOLPE MUSICAL

LOCUTORA Y tú… ¿te subirías a la carretilla ?

BIBLIOGRAFÍA
Jaume Soler y Mercé Conangla, Aplícate el cuento.