LA NARIZ DE TAMERLÁN

¿A cuál de los tres pintores del Rey te pareces tú?

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NARRADORA Cuentan que el poderoso rey asirio Tamerlán tenía un defecto
que lo atormentaba…

REY Tanto poder, tanta riqueza… ¡Y Dios me castiga con esta nariz espantosa!… ¡Hasta me horroriza pasar cerca del espejo!

HIJO ¡Padre!

REY Dime, hijo mío.

HIJO Padre, necesitamos un cuadro suyo para colocarlo en la galería real y que las futuras generaciones puedan admirarlo.

REY De ninguna manera. Todo el mundo, ahora y después, se burlará de mi nariz. Prefiero el olvido al ridículo. Así pues, no se hable más del asunto.

HIJO Pero, padre. Ponga usted las condiciones. El artista sabrá pintarlo con la dignidad que su realeza merece.

REY Está bien. Me dejaré pintar siempre y cuando el artista lo haga con la perfección que deseo. Pero si no es así, pobre de él. Lo mandaré… ¡a la horca! Y no se hable más del asunto.

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NARRADORA Los pregoneros salieron por el Reino ofreciendo una jugosa
recompensa en monedas de oro para quien cumpliese la peligrosa tarea. A pesar del riesgo, tres artistas se presentaron en palacio. El primer pintor llegó donde el Rey…

PINTOR 1 (IGUALADO) Buenos días, Majestad. Aquí estamos. Dígame qué quiere yo lo haré.

REY ¿Conoce usted las condiciones del trabajo?

PINTOR 1 Claro que sí, mi rey.

REY Sepa usted que soy exigente. Quiero algo perfecto. De lo contrario…

PINTOR 1 No se preocupe, Majestad. No hay problema. Conmigo es al pan pan y a la nariz… digo, al vino, vino. ¿Cuándo podemos empezar?

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NARRADORA El primer artista retrató al monarca tal cual era, con su enorme
nariz. Cuando hubo acabado, el rey Tamerlán vio el cuadro y se enfureció.

REY ¿Crees que te puedes burlar de mí sin merecer castigo?… ¡Soldado!

SOLDADO A la orden, Majestad.

REY Llévese a este pedazo de insolente. Preparen la horca y…

PINTOR 1 (2P) ¡Piedad de mí, oh rey!… ¡Piedad de mí!

REY … y no se hable más del asunto.

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NARRADORA Al día siguiente, se presentó en palacio el segundo artista.

PINTOR 2 (BABOSO) A la orden, Majestad. Me siento profundamente conmovido de que su Majestad me permita dibujar su hermoso rostro, Majestad.

REY Pues más le vale que se conmueva ahora y no después en la horca. Puede comenzar cuando quiera.

PINTOR 2 Gracias, mil gracias, Majestad. Usted notará la delicadeza de mi trabajo.

NARRADORA El segundo artista pintó al rey de cuerpo entero… Se esmeró en
todos los detalles… con excepción de su aberrante apéndice nasal. En su lugar, colocó una naricita respingada.

PINTOR 2 Es una pequeña licencia artística que…

REY ¡Ridículo!… ¿Te quieres burlar de mí, verdad, pedazo de idiota presumido?

PINTOR 2 No, Majestad, yo…

REY ¡Soldado!… Llévese también a éste …

PINTOR 2 (2P) No me haga eso, majestad…

REY … que tenga la misma suerte que el primero. Y no se hable más de asunto.

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NARRADORA Era el turno del tercer pintor.

PINTOR 3 Disculpe mi atrevimiento, rey Tamerlán. ¿A usted le gusta salir a cazar?

REY Es mi deporte favorito. Con el arco y la flecha no hay zorro que se me escape. Pero ahora, menos palabras y a trabajar…

NARRADORA El tercer pintor, aunque muy asustado por la desgracia de sus anteriores colegas, puso manos a la obra.

PINTOR 3 El cuadro está listo, Majestad. ¿Quiere verlo?

NARRADORA El tercer pintor había dibujado al rey con un arco y una flecha en posición de cazar a un zorro. Con el brazo asegurando el arma, se disimulaba la nariz.

REY Quedo muy satisfecho, amigo mío. Es una obra perfecta. Páguenle con generosidad a este gran artista. Y… y no se hable más del asunto.

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LOCUTOR Hay tres maneras de relacionarnos con la verdad.

LOCUTORA La primera es la sinceridad cruda, absoluta, inoportuna.

LOCUTOR La segunda es la hipocresía.

LOCUTORA Y la tercera actitud es la de quienes creen en la verdad constructiva. Dicen lo que ayuda a mejorar, dejan de lado otros aspectos negativos y…

LOCUTOR Y no se hable más del asunto.