23- ¿MARIDO O TORTURADOR?
LIBRETO
LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.
CONTROL CARACTERÍSTICA CONSULTORIO
DOCTORA Amigas, amigos, ¿cómo están? ¿Pasándola bien? Pues me alegro porque para eso estamos en esta vida, para ser felices, para amar, para disfrutar los años que nos quedan por vivir, como dice la canción. Les cuento que en el consultorio de la página de Radialistas ya he recibido muchas preguntas y las he ido respondiendo todas… Pero ahora me dice el técnico que tengo una llamada urgente… ¿aló? ¿Con quién tengo el gusto?
MUJER Aló, doctora… Disculpe que la moleste, doctorcita, pero es que yo no sé a quién acudir…
DOCTORA No se preocupe, dígame en qué podemos ayudarla…
MUJER Doctora, yo necesito un consejo suyo. Lo necesito.
DOCTORA Cuénteme qué le pasa, mi amiga…
MUJER Verá, doctora, yo me fui a vivir con un hombre que parecía bueno, que decía que me quería…
DOCTORA ¿Y qué pasó con ese hombre?
MUJER Yo no sé, doctora, no me lo explico, pero desde que salí embarazada, comenzaron los problemas…
DOCTORA ¿Problemas de qué tipo?
MUJER Gritos, amenazas… Él se volvió rabioso, parecía un perro ladrando cuando regresaba del trabajo…
DOCTORA ¿Te pegó?
MUJER Una noche, doctora, vino pateando la puerta. Yo estaba dormida y con el malestar del embarazo… No le importó nada, comenzó a insultarme, a pegarme en la cara, hasta en la barriga me pegó… y luego, a violarme…
DOCTORA Dices bien, violarte. Porque aunque sea tu compañero o tu marido, se trata de una violación.
MUJER Por la mañana, doctora, antes de irse al trabajo, me vio la cara toda hinchada, y me pregunta: ¿Qué vas a decir cuando te vean los vecinos? Di que te caíste en la bañera.
DOCTORA Qué cínico…
MUJER Y así lo hice yo, doctora. Me crucé con mi hermana en la calle y me preguntó. Me caí en la bañera, le dije.
DOCTORA ¿Y ella te creyó ese cuento?
MUJER No, doctora, no se lo tragó. Y yo, llorando. Y ella que me dice: denúncialo, ese canalla tiene que pagarlas.
DOCTORA ¿Y entonces?
MUJER Nada, doctora, porque yo estaba como ciega. Le dije a mi hermana que fue un momento malo que él tuvo, pero que ya me pidió perdón, que no lo vuelve a hacer.
DOCTORA Te hizo lo que te hizo… ¿y tú lo perdonaste?
MUJER Pero ésa fue solo la primera. Como que le cogió gusto a pegarme. Me pegaba, se subía encima de mí… me hacía todo lo que quería… Y después, cuando terminaba, me tiraba de la cama… Yo me arrinconaba en el suelo, llorando. Pero él abría la puerta, me jalaba de los pelos y me sacaba del cuarto. Vete, lárgate de mi casa, que no vales ni como puta. Me disculpa la palabra, doctora, pero así decía.
DOCTORA La palabra te la disculpo. Lo que no te disculpo es que no hayas ido todavía a denunciarlo.
MUJER Yo era tan idiota, doctora, que pensaba: “si yo no hubiera hecho esto, si yo no lo hubiera molestado…” Y me sentía culpable yo, sin haber hecho nada.
DOCTORA Discúlpame, amiga, pero…
MUJER Necesito su consejo, doctora.
DOCTORA Tú no necesitas ningún consejo, amiga. Tú lo que necesitas es recoger tu ropa y salir de esa cárcel. Denúncialo a la policía. El hombre que hace eso es un delincuente.
MUJER Pero, ¿a dónde voy, doctora? Además, yo estoy embarazada…
DOCTORA A cualquier parte. A casa de tu hermana. A la comisaría de la mujer. A una casa de refugio para mujeres maltratadas. A donde sea, pero lárgate. Eso es lo que te puedo decir.
MUJER Pero, doctora, él me ha prometido que va a cambiar…
DOCTORA Esos animales no cambian, muchacha. Es decir, sí cambian, pero para peor. Para volverse más salvajes. Háganme caso, mujeres. Escápense hoy mismo, ahora mismo. Ya les pegaron, les pidieron perdón y les volvieron a pegar, a violar… Es el círculo de la violencia. Escapen. Escapen y denuncien. Me despido hoy con tristeza y con rabia por tantas mujeres maltratadas que se resignan a esa vida de violencia. ¡Hasta la próxima, amigas y amigos!
BIBLIOGRAFÍA
- Nuria Varela, Íbamos a ser reinas, Ediciones B, España, 2002.
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