¿PALABRA DE DIOS?
¿Dios ordenó degollar hombres y mujeres, niños y viejos, hasta las vacas y ovejas de Jericó?
PROFESOR A ver, muchachos, chicas… Atiendan bien.
TODOS Sí, profesor.
PROFESOR Les voy a pasar un examen.
CHICA 1 ¿Un examen de qué?
PROFESOR De Derechos Humanos.
CHICO 1 ¿De Derechos Humanos?
PROFESOR Sí. Pero antes del examen, les hago una pregunta: ¿ustedes son cristianos, verdad?
CHICA 2 Por supuesto, profesor.
PROFESOR ¿Tú también, Roberto?
CHICO 2 Claro, profe. Este es un colegio cristiano.
PROFESOR Muy bien. Entonces, escuchen este relato. Después de oírlo, quiero su opinión. Escuchen: “El general Lin dio la orden a sus soldados: Lancen el grito de guerra y tomen la ciudad. Destruyan todo lo que encuentren. El oro y la plata no, con eso nos quedamos. Entonces, los soldados entraron en la ciudad, destruyeron todo, pasaron a cuchillo a hombres y a mujeres, a niños y a ancianos, degollaron hasta las vacas y las ovejas. Después de matarlos a todos, prendieron fuego a las casas y se llevaron el oro y la plata.”
CHICA 1 ¡Qué relato tan horrible, profe!… ¿Cómo dijo que se llamaba el general que hizo esa canallada?
PROFESOR El general Lin.
CHICO 1 Pues ese Lin es un asesino, igual que su tropa.
CHICA 2 ¡Un crimen también ecológico, porque acabaron hasta con los animales!
CHICO 2 Asesinos y ladrones, se robaron el oro y la plata.
CHICA 1 ¿Y en qué país ocurrió eso, profesor?
PROFESOR Se sorprenderán de lo que voy a decirles. Ustedes dijeron que eran cristianos, ¿verdad?
TODOS Sí, profesor.
PROFESOR Pues este relato es de la Biblia.
TODOS ¿Cómo de la Biblia?
PROFESOR De la Biblia. Es la conquista de Jericó. Sólo que yo cambié el nombre de Josué por el “general Lin”, que nunca existió.
CHICA 2 Ah, bueno… si sale en la Biblia… está bien.
CHICO 2 ¿Cómo va a estar bien, Camila?… ¡Un crimen es un crimen salga donde salga!
CHICA 2 ¿Pero la Biblia no es la palabra de Dios? Entonces…
CHICO 1 Pero, ¿cómo va a ser palabra de Dios un genocidio?
CHICA 1 Profe, ¿usted está seguro que eso está escrito en la Biblia?
PROFESOR Búsquenlo. Libro de Josué, capítulo 6, a partir del versículo 16.
CHICO 2 Pero, profe, ¿cómo Dios va a ordenar una matanza de niños, de viejitos… ¿Qué Dios es ése?
CHICA 2 ¡Ése no es Dios, sino Pinochet!
PROFESOR Exactamente. Por eso, les dije que era un examen sobre Derechos Humanos. ¿Y si les leyera otros relatos de la Biblia donde aparecen incestos, violaciones, carnicerías espantosas… Cuando la conquista de Madián, Moisés ordenó matar a todo el mundo menos a las jóvenes vírgenes que las regaló como botín de guerra a los israelitas…
CHICO 1 Pero, profe, ¿no dicen que la Biblia es la Palabra de Dios? ¿Cómo va a ser Palabra de Dios esos crímenes?
CHICA 1 Yo estoy muy confundida, profesor.
PROFESOR Atiendan bien, muchachos. La Biblia es un libro escrito por hombres. La Biblia tiene muchos relatos hermosos y otros relatos espantosos.
CHICO 2 Pero, ¿cómo…?
PROFESOR Hay que aprender a tomar lo bueno y rechazar lo malo. Para eso Dios nos dio la cabeza, para pensar, para reflexionar. El mayor insulto contra Dios sería decir que esos crímenes son palabra suya. Esos textos que violan los Derechos Humanos no son palabra de Dios, sino palabra de hombres, de varones, de militares. Y Dios no es militar. Y, por cierto, tampoco es varón. Pero eso lo explico en otra clase. ¡Hasta mañana!
TODOS ¡Espere, profe!… ¡No se vaya!… ¡Que todavía tenemos mil preguntas!
Richard Dawkins, El espejismo de Dios, Espasa, Madrid 2007.
Las imágenes:
“File:Plate 10- The Fall of Jericho, from ‘The Battles of the Old Testament’ MET DP863693.jpg” by Antonio Tempesta is marked with CC0 1.0 .