UN PALACIO DE BARRO

La desconcertante arquitectura de las termitas.

LOCUTOR ¿Quién ha sido el arquitecto más famoso en la historia de la Humanidad? ¿Tal vez el catalán Gaudí con sus inmensas e inconclusas torres de la Sagrada Familia? ¿O el brasileiro Oscar Niemeyer con su capital futurista? ¿O los maestros anónimos que levantaron fantásticas catedrales en el medioevo?

EFECTO RUIDO DE INSECTOS

LOCUTORA Antes que los constructores humanos, estaban las termitas. Estos ingeniosos insectos construyen magníficas mansiones apenas mascando tierra con saliva y formando así un cemento tan sólido que se necesita dinamita para destruirlo.

LOCUTOR Las termitas pasan su vida en la oscuridad, son ciegas. Su blanda piel y su especializada dieta de hongos, hace indispensable la climatización de los termiteros.

LOCUTORA Algunas especies orientan sus paredes hacia el lugar del sol naciente, para aprovechar el calor. Otras, coordinan su trabajo detectando el campo magnético de la tierra.

LOCUTOR Las termitas de climas húmedos, frente al peligro de inundaciones, construyen torres circulares de tal forma que el agua que cae se aleja de la base. Cada piso tiene su propio tejado, asemejándose el edificio a una pagoda.

LOCUTORA La belicosa africana es la mejor arquitecta entre las 200 especies de termitas. En Nigeria, las belicosas construyen verdaderos castillos de arcilla en torno a una torre central de seis metros de altura.

LOCUTOR Esta obra soporta, en distintos niveles, las cámaras de incubación, los jardines de hongos, los almacenes de comida, las columnas y paredes defensivas y, por supuesto, la cámara real, donde moran el rey y la reina.

LOCUTORA En proporciones humanas, la altura del termitero sería de un kilómetro y medio, tres veces la del Empire State.

LOCUTORA Si quisiéramos construir un edificio tan descomunal, necesitaríamos un ejército de arquitectos e ingenieros, planos detallados, complejos cálculos de peso y resistencia, inmensas grúas…

LOCUTOR Pues bien, el millón y medio de termitas que vive en el termitero lo construye con perfecta coordinación, en la oscuridad total, sabiendo cada insecto, ciego y con un minúsculo cerebro, dónde tiene que poner exactamente su porción de argamasa para levantar este sofisticado y espléndido palacio de barro.

CONTROL CORTINA MUSICAL

LOCUTORA Déjate sorprender por la naturaleza. Ella no te pertenece. Tú perteneces a ella.

BIBLIOGRAFÍA
David Attenborough, La vida a prueba, RBA Editores, Barcelona 1990.

Las imágenes:

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