UN PELIGROSO JUGO DE NARANJA
Una parábola sobre el aborto.
NARRADOR Las cosas ocurrieron de una forma extraña, inesperada.
MUJER TARAREA
NARRADOR Ella estaba en la cocina de su casa preparándose un delicioso jugo de naranja para desayunar.
EFECTO CUCHILLO Y EXPRIMIDOR
NARRADOR Cortó una, dos, tres naranjas… Las exprimió colando las semillas… y botó las cáscaras y las semillas a la basura.
EFECTO GOLPES EN LA PUERTA
NARRADOR Fue en ese preciso momento que llamaron a la puerta.
POLICÍA (3 P) ¡Policía! ¡Abra inmediatamente!
MUJER ¿Policía?… Iré a ver…
EFECTO PASOS Y PUERTA SE ABRE
POLICÍA Está detenida, señora. Todo lo que hable a partir de ahora puede
ser usado en contra suya.
MUJER Pero, ¿quién es usted?… Oiga, ¿qué le pasa?
POLICÍA Somos la policía, señora. Y los delitos tienen que pagarse.
MUJER ¿Delito? ¿Qué delito, cuál delito?
POLICÍA No se haga la tonta, señora. Responda: ¿qué tiene usted en la mano?
MUJER ¿En la mano? Un vaso de jugo de naranja. ¿No lo ve?
POLICÍA Un jugo de naranja… ¿Y se puede saber con qué hizo ese jugo?
MUJER Con naranjas, naturalmente… Ahí están las cáscaras
exprimidas…
POLICÍA ¡El cuerpo del delito!… Las cáscaras… ¡y las semillas!
MUJER ¿Y qué problema hay con las semillas?
POLICÍA Señora, las semillas tienen vida, ¿no es cierto? Si usted hubiera
sembrado, regado, cultivado esas semillas, habrían crecido
árboles de naranja, ¿no es cierto?
MUJER Claro, señor, pero…
POLICÍA Pero nada. No hay excusa alguna. Déjeme contar… Dos semillas,
cuatro, seis… diez, doce… ¡casi un bosque! Usted, señora, ha cometido un delito ecológico. Una docena de árboles de naranja cortados, eliminados, asesinados.
MUJER Pero, ¿usted se ha vuelto loco o qué?
POLICÍA Señora, una semilla de naranja es un árbol en potencia, ¿no es cierto?
MUJER Sí, pero…
POLICÍA Usted ha atentado contra la vida. Y nosotros somos de la Policía Provida.
MUJER ¿Policía Provida?
POLICÍA Sí, defendemos la vida. La vida es sagrada. ¡Toda vida es sagrada! Así que usted, señora, abortista de árboles, queda detenida.
CONTROL MÚSICA IRÓNICA
CONSEJERA Amigas, ¿tendría sentido una situación así? ¿No, verdad? Pues algo parecido está ocurriendo con el asunto del aborto. Una semilla no es un árbol. Y tampoco un embrión es un bebé.
No estamos obligadas a convertir toda semilla en árbol. Ni una mujer está obligada a continuar un embarazo cuando hay causas graves para interrumpirlo: una violación, un embrión malogrado, la vida de la madre en peligro… esas son causas que justifican un aborto. No hay delito ni pecado en eso.
CONTROL MÚSICA IRÓNICA
MUJER Uff… ¡Qué alivio!… Entonces, señor policía, voy a seguir tomando
mi jugo de naranja.
POLICÍA Pero… pero…
MUJER Nada de peros ni de semillas. Venga, que le voy a preparar uno
para usted también.
CONTROL MÚSICA ALEGRE
CONSEJERA Amigas, no se dejen confundir por los antiderechos, por las provida. Sus argumentos no son científicos ni siquiera religiosos, porque en la Biblia no se dice una sola palabra sobre el aborto. Tampoco Jesucristo condenó el aborto. Pensemos por nosotras mismas. Aprendamos a vivir laicamente.
MUJER Prohibir el aborto, penalizar a las mujeres que hemos decidido interrumpir un embarazo, es violencia.
LOCUTORA 16 días de activismo para la eliminación de la violencia contra las mujeres.
*BIBLIOGRAFÍA*
*IMAGEN*
Orange and lemon slices / Freestocks.org