¿BACHES O PAUSAS?

Radioclip en texto sin audio grabado.

Algunos colegas se refieren al silencio como a una cuarta voz radiofónica. ¿Será?

En el clip anterior hablamos del lenguaje radiofónico y su triple voz: palabras, música y efectos de sonido.

¿Y el silencio? Algunos colegas se refieren al silencio como a una cuarta voz radiofónica. ¿Será?

Para aclarar esto, ayudará distinguir entre baches y pausas. En radio, llamamos “bache” cuando se produce un silencio inesperado, no previsto, en cualquier momento de la programación. Un vacío de sonido más mortificante para el operador técnico que para el oyente, quien muchas veces ni se entera de lo ocurrido o lo atribuye a desperfectos en su propio receptor (¡a no ser que el bache, de tan extenso, resulte un cráter!).

En una cabina de radio se dan mil y una oportunidades para dejar baches: el CD que se perdió, el teléfono que no entra, la periodista que traspapeló la noticia… Estos silencios no pretendidos son fallas que deben evitarse.

Las pausa, por el contrario, está cargada de sentido. ¿Qué sería de las tramas policíacas o de terror sin los angustiosos instantes que anteceden al crimen? ¿Qué sería de los romances sin los amelcochados momentos que transcurren después del beso de los amantes incomprendidos? Todas las emociones se intensifican con pausas oportunas que las siguen o las preceden.

La recomendación de hacer pausas vale para todos los formatos. Un comentarista que no maneja las pausas arriesga la convicción de sus palabras. Una cantante, un entrevistador, una conductora de revistas, hasta un locutor de cuñas, que trabaja uno de los formatos más apresurados, sabe reservarse ese segundo crucial, ese momento expectante, antes de pronunciar el slogan de cierre.

¿Esos breves silencios constituyen una cuarta voz de la radio o pertenecen al ritmo propio de las otras tres? Más parece lo segundo. Las solemnes pausas de los primeros acordes de la Quinta Sinfonía de Beethoven son intrínsecas a la melodía que sigue.

Una pausa aislada, sin contexto de otras voces, no significa absolutamente nada. Por eso, más que una cuarta voz, el silencio viene siendo como los blancos en el diseño gráfico, que sirven para destacar un texto o una imagen. El silencio es a la palabra lo que la sombra a los cuerpos: los resalta.

Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay