7- BULA PAPAL SOBRE AMÉRICA – Ciudad del Vaticano 1493

LIBRETO

LOCUTOR —Hacemos ahora una conexión directa con Ciudad del Vaticano para llevarles en la voz de nuestro corresponsal en Roma una noticia… ¡de última hora!

REPORTERA —Estimados radioescuchas, desde los salones vaticanos trasmitiendo para todos ustedes. En estos momentos, una nube de periodistas espera ya las declaraciones de Su Santidad el Papa. Como recordarán nuestros oyentes, el reciente viaje de don Cristóbal Colón a tierras hasta ahora desconocidas, ha provocado grandes discusiones en toda Europa. América ha sido descubierta tan sólo hace unos meses. Nadie sabía de la existencia de estos inmensos territorios ricos en oro y plata, poblados de indios y de pájaros de colores. Nadie sabía. Pero ahora todos saben y se preguntan: ¿de quién son esas tierras? ¿de quién es ese oro? ¿de quien son esos indios? En definitiva, ¿de quién es América? Corresponde a su Santidad el decidirlo. Señoras y señores, en estos instantes se están abriendo ya las puertas de bronce de la fabulosa capilla Sixtina. Desde aquí podemos ver al Santo Padre sentado en su trono y revestido con sus ornamentos más solemnes. Ha llegado la hora esperada. ¡El Papa va a hablar!

PAPA —En el Nombre de Dios y como Cabeza que soy de la Santa Iglesia Católica, después de muchas oraciones, he decidido entregar las riquísimas tierras de América y todo lo que hay en ellas, a los Reyes de España. Amados hijos míos: que América sea… para los españoles.

INTERLOCUTOR —Auténtico. El 4 de mayo de 1493, sólo siete meses después de que Colón llegó a América, ya el Papa de entonces, Alejandro Sexto —que, por cierto, era un español— les regaló en «propiedad perpetua» todas nuestras tierras, todos nuestros países, todo nuestro continente, a los reyes de España.

Durante 500 años nos dijeron que ellos tenían derecho a rifarse el mundo y que era Dios quien les daba ese derecho. Tal vez la historia esté al revés.

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