CÓMO LOS PROGRESISMOS MATAN LA DEMOCRACIA

Radioclip en texto sin audio grabado.

El CEDIB en la picota. Por Alberto Acosta, Expresidente de la Asamblea Constituyente de Montecristi.

“Al río que todo lo arranca todos lo llaman violento,
pero nadie llama violento al lecho que lo oprime.”
Bertolt Brecht

Mucho se ha dicho y se seguirá diciendo sobre el ocaso de los progresismos en América Latina. El debate será largo y –ojalá– provechoso. Pero más allá de esta discusión, hoy podemos decir que la ilusión y la creatividad transformadoras de las primeras horas de los procesos progresistas han muerto o, mejor dicho, las han asesinado. Vivimos tiempos de reflujo, frustración e indignación.

Las propuestas de democracia radical afloraron en los primeros tiempos de estos procesos, democracia que buscaba cambios profundos y participativos desde nuestras complejas sociedades. En ese entonces, las propuestas acumuladas de largas luchas populares, se plasmaron en políticas, programas e incluso, en esperanzadoras constituciones en Ecuador y Bolivia.

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