NO TE COMAS LAS COMAS

Radioclip en texto sin audio grabado.

¿Dónde van y dónde no van las “comas”?

Las “comas” son las pausas que le van dando sentido y claridad a lo que escribimos y a lo que leemos. Pero hay que aprender a ponerlas donde van.

¿Dónde van y dónde no van las comas?

Una manía demasiado frecuente (tanto al escribir como al locutar) consiste en separar el sujeto del predicado con una “coma” (o si estás locutando, hacer una pausa que descoyunta ese sujeto del resto de la frase). Por ejemplo:

* Juan Martínez, vino a comer a mi casa.

Esa “coma” no va ahí. Aunque el sujeto sea larguísimo, nunca pongas “coma” para separarlo del predicado. Por ejemplo:

* Juan Martínez del Campo y su numerosa y siempre cariñosa familia vinieron a comer a casa. (Sería un error poner coma después de “familia”).

Sin embargo, si nos dirigimos a Juan, si lo llamamos (lo que se llama un “vocativo”), ahí sí tienes que poner una “coma” después de su nombre. Por ejemplo:

* Juan, ven a comer.

Si ese “vocativo” va al final de la frase, la “coma” se pone antes. Por ejemplo:

* Ven a comer, Juan.

Y si va dentro de la frase, la “coma” va delante y detrás. Por ejemplo:

* Si no vienes, Juan, no podrás comer.

La principal función de la “coma” es distinguir las “oraciones subordinadas”. Éstas son frases que no pueden estar solas, que dependen de la oración principal. Por ejemplo:

* Juan, que no tiene mucho apetito, no vendrá a comer.

La oración principal es “Juan no vendrá a comer”. La subordinada es “que no tiene mucho apetito”. La subordinada se separa con “comas”.

También se pone “coma” después de frases subordinadas adverbiales, cuando éstas van delante de la principal. Por ejemplo:

* Cuando Juan llegue, yo me iré.
* Porque quiero verte, saldré antes del trabajo.
* Aunque lo digas, no cambiaré de opinión.

Pero si le damos la vuelta a las frases no llevarían “coma”:

* Yo me iré cuando Juan llegue.
* Saldré antes del trabajo porque quiero verte.
* No cambiaré de opinión aunque lo digas.

También se separan con comas las enumeraciones. Por ejemplo:

* Juan comerá arroz con pollo, ensalada, postre y jugo.

Antes de “jugo” no se pone “coma” porque hay una conjunción (“y”). La “y”, la “o”, el “ni” suplantan a la “coma”.

También se pone “coma” cuando se elimina un “verbo”. Por ejemplo:

* Juan come muchas verduras. Su primo, pocas.

(La frase completa sería “su primo come pocas”. Como se elimina el verbo “comer” se sustituye por una “coma”.)

Detrás de las oraciones condicionales, va “coma”:

* Si Juan viene, yo no voy.

También cuando hay afirmaciones o negaciones. Por ejemplo:

* Sí, Juan viene.
* No, Juan no vendrá.

También ponemos “comas” para separar incisos y adverbios:

* Naturalmente,
* Sin embargo,
* Es decir,
* O sea,
* En realidad,

(y otras similares)

Si estos incisos y adverbios abren la frase, se pone “coma” detrás. Si van por mitad de la frase, adelante y atrás:

* Juan no es puntual, es decir, llegará tarde a comer.

Habría que hablar más de las “comas”, pero alargaríamos mucho el radioclip. Les doy un consejo. Tomen un escrito, por ejemplo, de Eduardo Galeano. Léanlo fijándose en dónde él pone las “comas”. Es la mejor manera para aprender a “comear” bien.

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