¡POR AMOR A COSTA RICA!

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Compartimos este artículo de José Luis Callaci sobre las próximas elecciones.

Esta atípica contienda electoral en la que se pretende confundir credos religiosos con ciudadanía, cultos y parroquias con sociedad, está produciendo gran incertidumbre y un justificado temor de que la manipulación política de creencias y sentimientos religiosos conduzca a una indeseada división en la sociedad costarricense con el muy probable surgimiento de fuertes confrontaciones que se sabe donde comienzan pero no donde terminan. ¿Qué hay detrás de todo esto? es la pregunta que todos debemos hacernos.

A esa incertidumbre y temor por esa absurda y anti-democrática relación entre religión y política se suma otra preocupación que no deja de ser dolorosa y vergonzosa y es que alguien que canta en lenguas y que protagoniza desmayos en sesiones de un culto que practica milagrosas sanaciones, llegue a entronizarse por “mandato divino” (así lo dicen sus acólitos) en la Presidencia de la República en un país como el nuestro.

El solo hecho de haber llegado a ser candidato en una segunda vuelta no solo es motivo de sorpresa en todas las latitudes del planeta, sino de abiertas y persistentes burlas en los más altos estamentos del poder mundial. De darse ese triunfo perderá no solo nuestra democracia sino ese elogioso sitial que ocupa Costa Rica en el concierto de naciones, que tanto nos enorgullece a los costarricenses; el que ha sido ganado a lo largo de nuestra historia por la obra tesonera de nuestros antepasados y que costó sangre y sacrificios de varias generaciones de costarricenses.

Tenemos los ciudadanos y ciudadanas de este país un gran reto para salir airosos de lo que no es simple proselitismo sino una seria e histórica cruzada para salvar a Costa Rica. En el poco tiempo que queda, trataremos de convencer a gente de nuestro entorno que aún se encuentra obnubilada y dispuesta a apoyar a este improvisado candidato con sus hablados en “lenguas”, aparatosos desmayos y “milagrosas” sanaciones de la posible futura Primera Dama, para que dejen de hacerlo. Tan solo aunque sea para no exponer a nuestro país a un inevitable ridículo a nivel internacional. Por amor a Costa Rica.

_José Luis Callaci_(https://www.elpais.cr/2018/03/11/por-amor-a-costa-rica/)