TELÉFONO ENEMIGO

Radioclip en texto sin audio grabado.

Tres dificultades típicas con el teléfono en cabina…

El teléfono ha sido durante décadas el mejor amigo de la radio. Es difícil imaginar una cabina master sin una o dos líneas telefónicas. A través de ellas, nos piden las canciones favoritas, la audiencia opina y protesta, se realizan infinidad de entrevistas y concursos… El teléfono fijo, y ahora el celular, se ha vuelto indispensable en una radio moderna.

Pero el mejor amigo se puede convertir en tu enemigo. A continuación, tres errores frecuentes que solemos cometer con el teléfono en nuestros programas de radio.

¡Siempre los mismos!

Suena el teléfono y se escucha la voz del mismo señor que ayer opinó sobre el alto costo de la vida, hoy sobre el diputado corrupto, mañana sobre la guerra de Irak… Sus opiniones son interesantes, sin duda. Pero es siempre el mismo señor. O la misma niña que llama para pedir la última de Shakira en el programa de complacencias. O el mismo joven que quiere participar en el concurso.

Siempre los mismos, siempre las mismas. Y por una falsa democracia les damos paso. Al final, un puñadito de oyentes secuestra la programación.

Evita situaciones así. Cuando una misma persona llama y llama, dile por interno que lo sientes, que tienes demasiadas personas esperando en la línea (aunque no tengas ninguna). No conviertas la emisora en un circuito cerrado.

Habla y habla y habla y habla y habla…

Llaman y sacamos la llamada al aire. Y el locuaz oyente habla y sigue hablando y engancha un tema con otro, y no para de hablar… No nos atrevemos a cortarlo ni a cerrarle el micrófono. Y por un falso respeto a la persona que llamó le faltamos al respeto a toda la audiencia que se aburre o ya cambió de emisora.

Al charlatán, a la que mucho habla, córtala. Un minuto o minuto y medio es tiempo suficiente para que un oyente exprese su opinión. Y si no le alcanza ese tiempo… ¡que vuelva a llamar a la radio!

Atención. Otra cosa es si se trata de un testimonio mas largo, de un reporte urgente, de una entrevista importante.

Los que te desvían del tema

Estás haciendo un debate sobre violencia doméstica y te llaman para opinar sobre un juez corrupto. Estás entrevistando sobre cultura popular y llaman para opinar sobre el precio de los tomates.

¿Qué hacer? Antes de sacar una llamada al aire en medio de un programa que está desarrollando un tema, que otro colega por interno confirme que las llamadas se refieren a ese tema. De lo contrario, te destrozarán las mesas redondas, los debates, las entrevistas y cualquier espacio.

¿Te has visto atrapado o atrapada en alguna de las tres situaciones descritas? ¿Y qué has hecho? Cuéntanos otras dificultades que te pasan con las llamadas telefónicas.

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