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66- TÚ ERES MI BOMBÓN

LIBRETO

LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.

CONTROL CARACTERÍSTICA CONSULTORIO

DOCTORA Amigas, amigos, ¿qué tal, cómo la van pasando? Pues les cuento que en estos días he recibido muchos mensajes de parejas que ya están jugando al juego de los cinco sentidos. Ya exploraron el olfato, la vista, el oído… Quieren saber más… Bueno, poco a poco… Veamos… Un sentido que nos falta es el gusto. Pues hoy vamos a ver qué se puede hacer con la lengüita.

EFECTO TELÉFONO

DOCTORA Caramba, tan rápido las llamadas… ¿Aló?

HOMBRE Aló… ¿Doctora Miralles?

DOCTORA Sí… ¿con quién tengo el “gusto”? (Como estamos hablando del gusto…)

HOMBRE Con Raúl Vázquez, vecino de la avenida Los Melocotones…

DOCTORA Bueno, comenzamos bien, con una fruta sabrosa…

HOMBRE Yo quiero opinar sobre eso de las comidas potentes.

DOCTORA ¿Cómo de las comidas potentes?

HOMBRE De las comidas que… ¿cómo le diré?… que potencian el sexo.

DOCTORA Ah, usted se refiere a las comidas llamadas afrodisíacas…

HOMBRE Eso, que le encienden el motor a uno…

DOCTORA ¿Y cuáles son esas comidas poderosas? Cuénteme.

HOMBRE Pues, ahí tiene usted los camarones. Un cebiche de camarón y almejas con mucho ají… Oiga, ése es el mejor viagra…

DOCTORA ¿No me diga? ¿Y qué más?

HOMBRE Le cuento que yo una vez me metí una sopa de cangrejo, así, bien cargada, con aguacate, frijoles y plátano sancochao… bueno, salí corriendo…

DOCTORA ¿A dónde, al baño, me imagino?

HOPMBRE ¿Cómo que al baño?

DOCTORA Vea usted, mi amigo, creo que lo voy a decepcionar.

HOMBRE ¿Por qué, doctora?

DOCTORA Porque, en realidad, ninguna comida es afrodisíaca. Todo eso son cuentos que se inventa la gente.

HOMBRE ¿Cómo van a ser cuentos, doctora?

DOCTORA Por esas creencias tontas es que los asiáticos viven matando a los rinocerontes para rallar el cuerno, y a los tiburones por la aleta… y a todo lo que se parezca a un pene… Y así están acabando con especies protegidas…

HOMBRE Pues a mí me funciona, doctora…

DOCTORA Claro, mi amigo. Pero el afrodisíaco no está en el cangrejo, sino en su mente. Si usted cree que comiéndose una galleta sin sal se va a excitar… antes de morderla ya estará excitado…

EFECTO TELÉFONO

DOCTORA Veamos ahora… ¿Aló?

MUJER Doctora Miralles… Yo no creo en los afrodisíacos por dentro, pero
sí en los por fuera…

DOCTORA A ver, a ver, explícate, porque creo que tú sí estás en el buen  camino… A ver, cuéntame en qué estás pensando…

MUJER Me da un poco de vergüenza, doctora, pero…

DOCTORA Nada de vergüenza. Cuéntanos y así aprendemos todos.

MUJER Por ejemplo, doctora, yo compro una cajita de chocolates…

DOCTORA Ajá… ¿Y qué haces con los chocolates?

MUJER Ahí está el detalle. Tomo uno, le quito el papelito, y lo agarro entre los dientes…

DOCTORA ¿Y entonces?

MUJER Entonces, le digo a mi compañero que me quite el chocolate con su boca. Es una tontería, pero… con el bomboncito me gano un besito…

DOCTORA Mira qué bien…

MUJER Otra vez, compré una lata de leche condensada… ¿Y sabe qué hice, doctora?

DOCTORA Cuéntame, que la cosa se pone buena…

MUJER Él estaba acostado y yo le derramé un poco de leche condensada en el ombligo… Y luego, hummm… así, suavecito…

DOCTORA ¿Y él?

MUJER Él dijo que le hacía cosquillas, pero se reía y le gustaba… ¿Sabe qué hizo, entonces?… Agarró la lata y me dijo que me tapara los ojos… Entonces, derramó la leche condensada en… ¡ay, doctora, eso fue una delicia!

DOCTORA ¡Eso sí es afrodisíaco, ven, eso sí!… Y pueden hacer ese juego con miel, con mermelada, con yogurt…

MUJER Yo digo, doctora, que la lengua es la mejor compañera del amor.

DOCTORA Y muy bien dicho, mi amiga. Y con esas sabias y sabrosas palabras, nos despedimos por hoy. ¡Hasta la próxima, amigas y amigos de la lengua!

BIBLIOGRAFÍA