¿CUÁL ES EL MEJOR FORMATO? (3)
Tres criterios fundamentales para conocer el mejor formato radiofónico.
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Ya conocimos los GÉNEROS y sus respectivos FORMATOS. Ahora podemos preguntarnos: ¿habrá unos mejores que otros? ¿Cuál es el mejor formato?
Pienso que el mejor FOMATO será siempre:
EL QUE COMUNICA MÁS
Las ventajas o desventajas, las bondades o maldades de un programa de radio, no se miden por la obediencia a unas determinadas reglas de producción, sino por la mejor o peor aceptación por parte del público. Es el receptor o la receptora quien valida un formato, aunque éste viole normas técnicas o experiencias profesionales acumuladas. Muchas veces, un programa loco, repleto de errores, tiene una gran pegada en la audiencia. La calidad del formato la decide la audiencia, no los manuales. En radio, como en la tienda, la clientela siempre tiene la razón
EL MÁS ADECUADO
Se suplanta por: El mejor formato será también el que mejor responda a la intención de la persona que lo produce. No todo molde sirve para comunicar cualquier mensaje. Para comprender una crisis económica ayudará una mesa de debate y para enfrentar el prejuicio machista de que el varón se afemina si lava la ropa y los platos, resultará más útil una serie de cuñas humorísticas. Para opinar sobre la privatización del seguro social buscaré a un buen o buena comentarista. Y para investigar sobre la corrupción del concejal, a una buena o buen reportero. En cada caso, hay que evaluar la mayor o menor oportunidad de un formato en función de los objetivos planteados en el programa. El formato es para el tema, no el tema para el formato. Nadie se rebana un pie si no le calza el zapato.
EL QUE SE ROMPE
Como la buena cocinera, el radialista o la radialista conoce primero la receta, la practica, y luego prescinde de ella. Saber guisar es muy distinto a saber aplicar recetas. Sin embargo, tan peligroso puede resultar la impaciencia por ser originales como el temor a serlo. La radio es arte. Pero las musas no revolotean sobre atolondradas ni apocados. Aun los artistas y las artistas más sublimes saben que el mayor porcentaje del éxito conseguido correspondió a la transpiración antes que a la inspiración. Una vez hecho el aprendizaje, una vez apoyado el ingenio sobre la experiencia, productores y productoras deben soltarse, desinhibirse, arriesgarse a inventar. Por eso, dicen que el mejor formato es el que se rompe. Y que la única pauta segura para una radialista es la creatividad.