ECUADOR: PAÍS DE LUTO

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Comunicado del CDES: CENTRO DE DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con profundo pesar y consternación el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) lamenta la trágica pérdida de tres periodistas ecuatorianos asesinados a manos de grupos armados ilegales relacionados con el narcotráfico.

Nuestro pensamiento está en estos momentos con las familias de Paul Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, así como con sus colegas periodistas quienes con tenacidad, valentía y un profundo sentido de humanidad desplegaron un inmenso y encomiable esfuerzo para defender sus vidas hasta el último minuto.

El luto debido a la muerte de los comunicadores nos obliga a demandar del país político un profundo respeto al dolor de las víctimas, transparencia y verdad respecto al manejo de la crisis, y mesura en relación a la delicada situación vivida en la frontera norte.

La convulsa situación de la frontera norte es el resultado de una combinación de factores, entre los que no se puede dejar de mencionar el histórico abandono del Estado expresado en la ausencia de políticas efectivas de integración productiva, inclusión social, y ciudadanización plena para los pueblos indígenas, afros y mestizos que habitan la frontera y soportan el azote de las violencias cultivadas durante más de medio siglo de conflicto armado en el lado colombiano de la frontera.

En este escenario, las redes de economía criminal y sus violentas estrategias han logrado enraizarse sin que el Estado cuente con una política clara para garantizar la vida y la seguridad de los pobladores de frontera que debería ser la primera prioridad en la etapa actual.

Señalamos la inconveniencia de tomar decisiones poco mesuradas y que no tomen en cuenta los efectos de largo plazo de un potencial involucramiento de Ecuador en la llamada “guerra contra las drogas” cuyo énfasis securitista y militarista impide que emerjan respuestas de más amplio alcance y se eviten sacrificios inútiles de vidas humanas auspiciados muchas veces por agendas geopolíticas ajenas a los intereses latinoamericanos.

La paz se construye con la reducción de desigualdades, con la integración plena y efectiva de todos los ciudadanos a la comunidad nacional, combatiendo decididamente las desigualdades por clase, raza y género que tanta mella han hecho en la frontera. Una política de paz es una política de seguridad soberana que evita la asunción de responsabilidades y funciones que competen a terceros países. Una política de paz, es también una política económica que sostenga oportunidades para todos y todas.

Para la paz todo, para la guerra nada.

#SiempreNosFaltaranTres

#NoSomosTresSomosTodos.