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95- EL ESPERMATOZOIDE TRIUNFADOR

LIBRETO

LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.

CONTROL CARACTERÍSTICA CONSULTORIO

DOCTORA Amigas y amigos, aquí estamos nuevamente con ustedes para aclarar lo que siempre quisimos saber sobre sexo y no nos atrevimos a preguntar. Porque hay demasiada, demasiadísima ignorancia sobre las cuestiones sexuales. Por ejemplo, algo tan sencillo como lo que está pasando en casa de mi cuñado Perico y mi hermana Lisette. ¿Quieren escuchar? Asómense, vengan conmigo…

CONTROL MÚSICA IRÓNICA

HOMBRE ¡Otra niña!… ¿Y no estará equivocada esa ecografía?

MUJER No, el doctor me aseguró que será niña.

HOMBRE ¿Pero qué clase de mujer eres tú?… ¡Tres niñas, una tras otra, y ni un solo varón, el colmo!

MUJER Pero, Perico, ¿qué tú quieres que yo haga? Estas son cosas de Dios…

HOMBRE De Dios o de la cigüeña, no me importa… ¡Pero yo quería un varón!

CONTROL MÚSICA IRÓNICA

DOCTORA Esta vez, como son mi familia, soy yo quien va a tomar la iniciativa y los llamaré. ¿Les parece? A ver… por acá tengo el número de teléfono…

EFECTO TELÉFONO

HOMBRE ¿Aló, quién llama?

DOCTORA Perico, soy yo…

HOMBRE ¡La doctora Miralles!… ¿Cómo estás, cuñadita, dime, qué me cuentas?

DOCTORA Cuéntame tú, más bien. Me enteré que Lisette está nuevamente esperando.

HOMBRE No me recuerdes eso ahora. Dos niñas y con ésta que viene, tres.

DOCTORA Bueno, pero mi hermana no tiene la culpa.

HOMBRE Claro que la tiene. Yo quería un varón.

DOCTORA Perico, no sé si tú sabes que el único responsable de que tu mujer sólo tenga niñas y no niños… eres tú mismo.

HOMBRE ¡No me fastidies!… ¿Cómo voy a ser yo si ella es la que pare?

DOCTORA A ver, Perico… atiéndeme bien… y ustedes también, a través de la radio… ¿Me estás escuchando?

HOMBRE Sí, te estoy escuchando, “doctora Miralles”…

DOCTORA Un hombre y una mujer se aman y tienen relaciones. ¿Sabes cuántos espermatozoides viajan en una eyaculación normal?

HOMBRE No sé, no los he contado…

DOCTORA 200 millones de espermatozoides.

HOMBRE ¡Tanta leche!… (PITIDO)… Perdón, tantos espermatozoides…

DOCTORA Y todos en búsqueda de un único óvulo femenino.

HOMBRE Mucha competencia, ¿no?

DOCTORA La mitad de esos espermatozoides para entendernos son de marca X. Y la otra mitad, de marca Y.

HOMBRE ¿Y qué pasa con esas marcas X y Y?

DOCTORA ¡Comienza la carrera por la fecundación!… Desde la vagina, los espermatozoides avanzan a través del canal cervical, pasan el útero, suben por las trompas de Falopio… El más rápido se acerca… se acerca… ¡y penetra en el óvulo!

HOMBRE Puedes ser narradora deportiva, cuñada.

DOCTORA Gracias, Perico. Ahora, atiende bien. El espermatozoide triunfador puede ser de marca X o de marca Y, como te dije.

HOMBRE Sí, ya me lo dijiste. ¿Y cuál es el asunto?

DOCTORA El asunto es que los óvulos de la mujer, todos, tienen siempre la misma marca, todos son X. Entonces, si el espermatozoide que ganó la carrera es también X, formarán una niña. La marca genética de las niñas es XX.

HOMBRE ¿Y si el espermatozoide que gana es de marca Y?

DOCTORA Entonces, sale un varoncito. La marca genética de los niños es XY.

HOMBRE ¿Y qué me quieres decir con todas esas marcas?

DOCTORA Que el sexo del futuro bebé lo determinan tus espermatozoides. Que nazca niña o niño no depende de la madre, sino del padre.

HOMBRE ¿Me estás tomando el pelo o…?

DOCTORA Ningún pelo. Son ustedes, los varones, los que determinan el sexo de los hijos, no la mujer.

HOMBRE Bueno, Lisette dice que estas son cosas de Dios…

DOCTORA No metan a Dios en este asunto. Estas son cosas del espermatozoide que llega antes, el que corre más.

HOMBRE Pero… pero… ¿y mi varoncito?

DOCTORA Olvídate del varoncito y cría con amor a tu trío de angelitas. Chao, Perico. Salúdame a Lisette.

HOMBRE Chao, cuñada.

DOCTORA Y también chao con ustedes, amigas y amigos del consultorio. Y ya saben los varones que andan atosigando a sus compañeras para conseguir un “varoncito”. El sexo de los hijos lo determina el padre, no la madre. Así que no culpen a nadie… y en la próxima, afinen la puntería. ¡Ahí nos vemos!

BIBLIOGRAFÍA

  • Matt Ridley, Genoma, Taurus, Madrid 2000.