HISTORIAS DE CANCIONES

Vamos siguiendo la letra de la canción inventando diálogos coherentes con las estrofas.

La televisión le pone imagen a la música. A través de los videoclips, podemos “ver” lo que narran las letras de las canciones.

¿Y no podemos hacer otro tanto en radio? Claro que sí. Hagamos “historias de canciones”. Veamos cómo.

Se trata de ir intercalando pequeñas escenitas dramatizadas entre una estrofa y otra de la canción. Los personajes mencionados en la letra, dialogan y teatralizan las situaciones a las que la canción hace referencia.

Después de cada escenita, suena la estrofa correspondiente. Al final, podemos lanzar la canción completa.

Veamos este ejemplo con La Llave de mi Corazón, de Juan Luis Guerra.

Yo escuchaba el otro día
Una emisora radial
Un siquiatra, Doctor Louise
daba consejo matrimonial.

AQUÍ PONDREMOS A HABLAR AL DOCTOR DANDO CONSEJOS AL PÚBLICO HASTA QUE LLAMA NUESTRO AMIGO ENAMORADO.

Hey doc, le llamo por una amiga que conocí en un web site
Le pido que, me de solución
pues tiene la llave de mi corazón.

AQUÍ DESARROLLAMOS EL DIÁLOGO ENTRE EL DOCTOR Y EL AMIGO OYENTE, CÓMO CONOCIÓ A LA CHICA, DE DÓNDE ES ELLA, DE DÓNDE ES ÉL, ETC.

Yo soy de Ciudad Nueva
y ella es de San Pedro de Macorís, you know
tierra de peloteros, where Sammy Sosa lives.
Le gusta beber jugo de papaya con anís
Y narrar telenovelas, her love is blind as you can see

AQUÍ EL DOCTOR LE PUEDE DAR CONSEJOS PARA TRATAR A LA CHICA Y EL ENAMORADO LE RESPONDE SIEMPRE CON EL ESTRIBILLO:

Le pido que me de solución
pues tiene la llave de mi corazón.

Y así vamos siguiendo la canción inventando diálogos coherentes con las estrofas.

Seleccionemos canciones que estén en los primeros lugares. Pero también pueden servirnos discos del recuerdo. Las canciones pueden ser sentimentales o de ritmo bravo, no importa. El asunto es que tengan conflicto en su letra, que no se limiten a un estribillo tonto que no da pie a imaginar ningún argumento.

Estas historias de canciones gustan mucho. Y podemos hacerlas participativas. Haz un concurso desafiando a tu público a escribir la historia de tal canción. Que manden los libretos a la emisora. Una vez seleccionada la mejor historia, la grabas con actores y efectos de sonido.

A veces, los libretos salen con tanto realismo que la gente piensa que fue esa historia la que dio pie a esa canción. Chévere que se lo crean.

Con la misma técnica de escenitas intercaladas podemos dramatizar cartas, poemas y testimonios.

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