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LOS DICTADUROS (4)

Radioclip en texto sin audio grabado.

Conozcamos otra clase de directores y directoras que, por desgracia, abundan. Pertenece a la serie: Los Directores y Las Directoras.

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Nos topamos con un tipo de directores que sólo saben dar órdenes. Directoras que, sin consultar al equipo ni a nadie, exigen que sus decisiones sean cumplidas sin chistar.

¿Quién decide la programación? El señor director. ¿Quién decide la música que se pone y la que no se pone? La señora directora. ¿Quién decide las noticias que son importantes y las que no? El señor director. ¿Quién decide los turnos de los locutores? La señora directora. ¿Quién decide salarios, horarios, itinerarios y hasta mobiliarios? Ellos, los directores autoritarios. Y punto.

Estos dictaduros no sienten ninguna necesidad de explicar sus decisiones a quienes consideran sus “subordinados”. Para ellos, lo importante no es la gente, sino los resultados. Para lograrlos, imponen un ritmo de trabajo acelerado y exigen obediencia inmediata.

Nunca se ríen. Piensan que eso los rebajaría, los mostraría débiles. Son inflexibles, estrictas y pesados. No dialogan con nadie, no oyen sugerencias de nadie. No proponen, sino que imponen.

Son generales de ejército más que animadores o coordinadoras. Y como buenos jefes, gritan mucho, con demasiada frecuencia y en público. Gritan y humillan al personal, porque ellos nunca se equivocan.

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EJEMPLO

DIRECTORA Dije que en la cabina no entra nadie sin mi permiso.

LOCUTOR Pero es que…

DIRECTORA Ningún pero que valga. No quiero tener que repetir las cosas, ¿me entiende?… ¿me entendió?

CONTROL GOLPE MUSICAL

DIRECTOR ¿Estas son horas de llegar, Matilde?

LOCUTORA Lo que pasa es que fui a la farmacia…

DIRECTOR Lo que pasa es que no la quiero ver más por aquí. ¡Váyase y no vuelva!

CONTROL GOLPE MUSICAL

Gritan para imponer su autoridad, demostrando así que no tienen ninguna. Sólo tienen poder. El poder del mandamás.

El equipo de la radio no trabaja con mística, sino con miedo. Los colegas miran el reloj constantemente anhelando la hora de terminar la jornada.

Esta clase de directores y directoras están condenados a la soledad. Por su prepotencia, han generado un equipo de trabajo que sólo busca acomodarse y aprovecharse de una situación opresiva. No supieron crear un equipo de colaboradores, sino de súbditos.

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BIBLIOGRAFÍA