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LOS MATERNALISTAS (7)

Radioclip en texto sin audio grabado.

Dejar hacer y dejar pasar, es el lema de estos directores que confunden democracia con quilombo. Pertenece a la serie: Los Directores y Las Directoras.

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Son buenas gentes. Muy buenas gentes. Se preocupan por el personal de la radio. Establecen relaciones de amistad, de camaradería, se ríen con sus chistes y lloran con sus desventuras amorosas. Si alguien de la emisora está enfermo, lo irán a visitar. Y si alguien tiene una urgencia económica, procurarán prestarle dinero y, sobre todo, darle buenos consejos.

Hasta ahí todo está bien. El problema de estos maternalistas comienza cuando tienen que corregir indisciplinas o planificar el trabajo. Se dejan llevar por la compasión. ¿Cómo van a llamarle la atención a fulanita si el bus siempre se atrasa y nunca puede llegar a tiempo? ¿Cómo decirle al locutor más antiguo que en la cabina no se fuma porque eso perjudica equipos y pulmones?

El resultado es que el relajo reina en la radio. Los programas no comienzan a la hora. Los productores hace rato no producen nada porque dicen estar ocupados ayudando a los periodistas. Y los periodistas tampoco producen porque están ayudando a los productores. El operador musical programa los discos según su estado de ánimo. La cabina está desordenada. Y la recepción sucia, porque el limpiador hace una semana no aparece.

Dejar hacer y dejar pasar, es el lema de estos directores que confunden democracia con quilombo.

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EJEMPLO

JOVEN Señor director, le quiero pedir un favor.

DIRECTOR ¿De qué se trata, Rosita?

JOVEN Es que mi prima ha tenido un bebito y me gustaría ir a
conocerlo.

DIRECTOR ¿Y cuál es el problema?

JOVEN Es que ella vive un poco lejos, ¿usted sabe? Entonces, le pido permiso para salir un poco antes…

DIRECTOR Pero estamos cubriendo las elecciones municipales. ¿Es tan urgente ir donde tu prima?

JOVEN No sea malito, déjeme ir a ver al bebito… otro día yo me quedo hasta la hora que sea… por favor…

Y el director maternalista cede. No sabe decir no. Confunde el nivel laboral con el personal. Para ahorrarse caras largas y discusiones, prefiere que cada quien haga lo que le venga en gana.

No faltará en el equipo un buen amigo, una buena compañera, que lo invite a conversar y le haga caer en la cuenta que se está pasando de buena gente. Que la mucha condescendencia pone el riesgo el proyecto de la radio. Ni muy muy ni tan tan, como dicen.

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